Los investigadores aconsejaron cambiar en el MD el sistema de aviso de fallosmadrid. El histórico fabricante aeronáutico norteamericano McDonell Douglas, que en 1997 fue comprado por Boeing, no hizo caso a una recomendación de la Agencia Nacional del Transporte de EEUU (NTSB) tras un accidente parecido al de Spanair ocurrido en el aeropuerto metropolitano de Detroit el 16 de agosto de 1987. Si se confirma la información publicada ayer en The Wall Street Journal, en la que se apunta a un fallo en la apertura del sistema de flaps (los alerones extensibles de las alas) en el accidente del fatídico vuelo JK5022 de Spanair, podría llover sobre mojado. En el desastre de Detroit no se desplegaron los flaps. Se trata de una especie de alerones que se abren paralelos a las alas para hacer más consistente la superficie en el despegue. Al no extenderse, el avión falló en el despegue, entró en perdida, como se denomina técnicamente, y se estrelló con el fatal balance de 154 fallecidos. Esta es la hipótesis que ayer defendía el diario económico norteamericano. Si acaba siendo la razón definitiva de la investigación podría haberse evitado este nuevo accidente, según el Copac (Colegio Oficial de Pilotos), si se hubieran hecho caso a las recomendaciones que hace dos décadas hizo la Agencia Nacional del Transporte de Estados Unidos a la Aviación Civil norteamericana (FAA). Javier Martín-Sanz, Decano del Copac, aseguraba ayer a este periódico, que una de las recomendaciones que se hacía a la FAA era la de que se revisaran estos sistemas de aviso para evitar que no dependan de la alimentación eléctrica general. "Pero la modificación no se hizo y el avión de Spanair tenía el mismo sistema que el de Detroit", se lamentaba el Decano del Copac. Estas recomendaciones de la investigación no son vinculantes ni para la autoridad aeronáutica correspondiente, ni para los fabricantes de aviones. De confirmarse la teoría del problema de los flaps, en ambos accidentes no habría funcionado ni la alarma sonora que hay en la cabina, ni una luz que avisa del error en la apertura de estos alerones. El motivo de este fallo podría haber sido un problema en la alimentación eléctrica del avión, lo que impedía que la luz de error se encendiera. Lo que recomienda la NTSB es que se incorpore a estos aviones una luz independiente para avisar de fallos de alimentación en el sistema. "Así, los pilotos pueden saber que los chivatos luminosos de avería no funcionan y abortar el despegue por seguridad ya que no tienen la completa seguridad de que el sistema funciona correctamente", dice un experto. El avión siniestrado de Spanair se construyó hace aproximadamente 15 años, cinco después del accidente de Detroit por lo que McDonell Douglas podría haber incorporado las recomendaciones a la cabina. Fuentes de Boeing consultadas por este periódico no quisieron hacer ayer ningún comentario y esperan al exhaustivo informe que elabora la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC).