Bankia aceleró la venta de activos inmobiliarios el año pasado, pero las desinversiones se realizaron con pérdidas adicionales sobre las provisiones ya materializadas para ajustar la valoración de los mismos. Según el informe anual de la entidad, por estas transacciones registró minusvalías de 54,6 millones de euros. En 2014, éstas fueron de 1,7 millones. El grupo nacionalizado, que transfirió la mayor parte de adjudicados a la Sareb a finales de 2012, sufrió estos números rojos por las operaciones llevadas a cabo en viviendas terminadas, ya que las enajenaciones de terrenos y locales se materializaron con mínimas ganancias sobre las dotaciones. En concreto, la entidad vendió pisos por un valor contable de 462 millones con unas pérdidas de 70,5 millones. Se deshizo también de fincas rústicas, naves y locales por un importe de 38,8 millones, transacciones con las que obtuvo plusvalías de 11,5 millones. Además, evacuó parcelas de 11,3 millones con beneficios de 4,3 millones. La entidad explica que los adjudicados se colocaron a condiciones de mercado y, para ello, concedió una financiación aproximada de 277 millones. En 2014 los créditos que otorgó en este tipo de operaciones apenas alcanzaron los 127 millones. Sin embargo, el porcentaje medio de los préstamos sobre el valor de los inmuebles se redujo del 86,2 al 84,8 por ciento. En la actualidad, Bankia cuenta con activos adjudicados por importe de 3.268 millones brutos -sin incluir el ajuste por las provisiones-, lo que supone un descenso del 10,8 por ciento con respecto a diciembre del ejercicio anterior. Para cubrir los riesgos, cuenta con dotaciones de 1.025 millones.