Cae hasta un 12% tras conocerse que estudia la contabilidad de dos de sus modelos Las acciones de Boeing se desplomaban a media sesión un 10 por ciento, llegando a caer por encima del 12 por ciento durante la jornada de ayer, después de que Bloomberg informase que el regulador bursátil de Estados Unidos (SEC) investiga sus prácticas contables en relación a dos de sus aviones. Se trata de los modelos Dreamliner B787 y B747. El SEC está analizando la forma en la que el fabricante de aviones contabiliza los costes de estas aeronaves y como realiza posteriormente las proyecciones de los beneficios a largo plazo. Los estudios del regulador se centran en la posibilidad de que Boeing realizara sus cuentas basándose en unas previsiones de venta y gastos bastante optimistas. Asimismo, estarían analizando el plan de recorte de costes del fabricante para ver si es viable y realista. A pesar de que todavía no se ha abierto un expediente formal, el desplome que ha sufrido en bolsa el fabricante podría ser el más importante desde que la compañía empezó a cotizar en 1972. El retroceso más fuerte se produjo en 2001, tras los atentados del 11 de septiembre, sin embargo, el siguiente golpe en bolsa lo sufrió hace poco más de dos semanas cuando presentó sus resultados. Durante la jornada del 27 de enero sus acciones cayeron un 9 por ciento, empujadas por un recorte del 5 por ciento de su beneficio neto, que se situó en los 5.176 millones de dólares (alrededor de 4.762,5 millones de euros). La investigación de la SEC llega en un momento complicado para el mayor fabricante de aviones, que estudiaba recortar la producción de alguno de sus modelos ante la falta de pedidos, que en 2015 cayeron un 46,3 por ciento, hasta los 768 aviones. Esta situación ha llevado a la compañía a planear un recorte de su plantilla en su unidad de aviones comerciales para reducir costes. Esta área supone el 50 por ciento de su actividad. El anuncio llegó por parte del presidente y consejero delegado de Boeing Commercial, Ray Conner, que delante de sus empleados explicó que todavía no se ha concretado el número de afectados ni tampoco el plazo, si bien aseguró que las salidas forzosas serán el “último recurso”. Todo dependerá, según el directivo, “de la eficiencia con la que se recorten los costes en su conjunto”. Estos ajustes llegan en medio de una fuerte lucha con su competidor Airbus para liderar el sector, que el año pasado logró un mayor número de pedidos, 1.036 unidades. Por su parte, Boeing logró récord en entregas, con 762,39 más que en 2014, y 127 más que Airbus. “Para ganar en el mercado, financiar nuestro crecimiento y operar como un negocio saludable, estamos tomando medidas dirigidas a reducir el coste del diseño y construcción de nuestros aviones, una evaluación que se extenderá también a los niveles de empleo de los aviones comerciales”, explicó Nuevo modelo Durante su discurso, Conner también adelantó que Boeing podría decidir este año sobre el desarrollo de un nuevo modelo más pequeño, que llene el hueco entre el 737 y el 787 Dreamliner (responsable de buena parte de sus altos costes), para competir con Airbus en ese segmento del mercado, según Ep. Actualmente, el modelo Dreamliner, cuyas cuentas están en revisión por la SEC, es el avión más moderno de Boeing.