Ambos se reunieron en Marivent en 2003 para cerrar sus futuras colaboracionesEl juicio del caso Nóos se reanudó ayer con todas las miras puestas en las negociaciones entre el expresidente balear, Jaume Matas, y el exduque de Palma, Iñaki Urdangarin. El exdirector general de Deportes del Gobierno de las Islas, José Luis Pepote Ballester, declaró ante el magistrado que Matas le ordenó que diese el visto bueno a “todo lo que viniese de Urdangarin”, una instrucción que repetía cada vez que el marido de la Infanta Cristina hacía una propuesta al Ejecutivo regional. El acusado relató durante su testimonio ante el juez José Castro que el exduque de Palma le estuvo persiguiendo en mayo de 2007 para que el Ejecutivo balear le pagara 400.000 euros que le debía, por la organización de dos foros sobre turismo y deporte en la ciudad de Palma. “Urdangarin me llamó sucesivas veces para reclamar el dinero”, contó ayer Ballester. Cuando le transmitió el recado a Jaume Matas, éste contestó: “Déjalo estar y paga”. Marivent, punto de negocios La sintonía entre Matas y Urdangarin se fraguó en el Palacio de Marivent (Palma de Mallorca), según relató el exdirector general de Deportes. El expresidente balear y el exduque mantuvieron allí una reunión en septiembre de 2003 -junto con Ballester y una cuarta persona- donde definieron la futura colaboración entre el Gobierno balear y las sociedades de Urdangarin. Los proyectos se materializaron después en el presunto desvío de las arcas baleares de 6,2 millones de euros hacia el Instituto Nóos. 3,9 millones fueron a financiar el congreso denominado Valencia Summit entre 2004 y 2006, mientras que 2,3 millones se destinaron a la celebración del foro Illes Balears, a pesar de que su coste real fue de 1,7 millones. Anticorrupción pide 19 años de cárcel para Urdangarin por el supuesto delito. La Infanta Cristina, acusada por Manos Limpias de cooperar con su marido en dos delitos fiscales, estuvo presente en la sesión de ayer y tendrá que acudir a todas las vistas que se van a celebrar hasta el 26 de febrero. La abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, manifestó a la salida del juicio que la declaración de Ballester demuestra cómo se realizaban los contratos, “violando todas las leyes”.