La compañía prevé mejorar la eficiencia y ahorrar 370 millones de euros al añoTelefónica provisionará 2.900 millones de euros para financiar el programa de bajas voluntarias de empleados, acordado el año pasado con los sindicatos. De esa forma, la compañía de telecomunicaciones liquida en un solo apunte contable el coste del denominado Plan de Suspensión Individual, con cargo al ejercicio pasado y bajo el epígrafe de gasto de personal no recurrente. Con ese movimiento, y entre otros logros, el operador evita que la simplificación de estructuras y plantilla afecte a futuros ejercicios. Según indica al compañía a través de un hecho relevante, “se estiman unos ahorros anuales promedio de gastos directos del entorno de 370 millones de euros a partir del segundo año del plan”. Además, explica el operador, el impacto de estas medidas será positivo en el generación de caja desde el primer año. Junto a todo lo anterior, Telefónica reitera los objetivos fijados para el año pasado, que excluyen gastos de reestructuración no recurrentes como el mencionado del Plan de Suspensión. También queda a salvo el dividendo para los accionistas, concepto sagrado para la multinacional que preside César Alierta. Entre otras ventajas, la iniciativa emprendida por Telefónica -siempre en sintonía con los sindicatos- “está alineada con los esfuerzos por seguir avanzando en la transformación y simplificación de la compañía”. Según indican fuentes del mercado, la provisión multimillonaria que aplicará la teleco no repercutirá directamente en la última línea de la cuenta de resultados, por lo que ni mucho menos llevará la compañía a pérdidas en el ejercicio cuyas cuentas anuales presentará el próximo 26 de febrero. A lo largo de los nueve primeros meses del año pasado, las ganancias del grupo Telefónica ascendieron a 4.577 millones de euros. La estimación de los analistas apunta para el conjunto de 2015 un beneficio próximo a los 7.794 millones, según Facset. Entre 6.000 y 7.000 empleados Hasta el momento se desconoce el número de personas que se acogerán al programa de suspensión individual, ya que la primera hornada de posibles interesados se conocerá el próximo abril. En la actualidad, en Telefónica de España (que integra Telefónica de España, Móviles y Soluciones) existen entre 6.000 y 7.000 trabajadores con esa edad o más. Esa cifra irá ampliándose según pasen los años y, por tanto, se incrementa el número de empleados que cumplirán las condiciones del programa de suspensión individual. Según se desprende del Primer Convenio Colectivo de Empresas Vinculadas (CEV), respaldado en su día por los sindicatos, el plan se dirige a los empleados de Telefónica mayores de 53 años, y con 15 años de antigüedad en la compañía, que decidan suspender temporalmente y de forma voluntaria su relación laboral con la teleco a cambio de reducir su salario. En concreto, la renta mensual que Telefónica ofrece a estas bajas temporales equivale al 68 por ciento del salario regulador acreditado en el momento de la suspensión hasta que cumpla 65 años. Como se anunció el pasado otoño, la fórmula de prejubilación -sin extinción de contrato- no gravará las arcas públicas puesto que Telefónica se compromete a costear la Seguridad Social del trabajador. Además de las cotizaciones sociales, Telefónica también cubre los gastos derivados de los planes de pensiones, seguros de salud y otras garantías laborales. El mismo programa voluntario tiene una duración de dos años a contar desde el pasado 1 de enero y pretende facilitar la suspensión individual del contrato de trabajo por mutuo acuerdo, sin que ello resulte traumático ni para el empleado, al evitarse Expedientes de Regulación de Empleo ni engrosar las listas del paro. Junto a lo anterior, se reintegrará a los empleados el coste del Convenio Especial con la Seguridad Social que acrediten haber suscrito hasta los 65 años o fecha en que puedan acceder a la jubilación ordinaria. Asimismo, según recuerda la agencia Ep, el trabajador tendrá la opción de reincorporarse a la empresa transcurridos tres años desde la fecha de la suspensión o de la finalización de cualquiera de sus prórrogas, debiendo en tal caso preavisar a la empresa con una antelación mínima de un mes. En el supuesto de que no medie denuncia por ninguna de las partes, el pacto se prorrogará de tres en tres años hasta que se dé algunas de las causas de terminación del pacto previstas. En el tercer trimestre, Telefónica ya realizó una provisión de 74 millones de euros por costes de reestructuración y otros gastos no recurrentes, asociados a incrementar la eficiencia de la compañía. De esa cifra, apenas 12 millones corresponden a gastos de personal. Los gastos de personal del grupo Telefónica en el conjunto de 2014 ascendieron a 7.098 millones de euros, el doble de la provisión que en breve se aplicará.