El país ocupa la posición número 11 a nivel mundial con 170 operaciones en 2015La progresiva salida de la crisis y las oportunidades que ha dejado tras de sí ha convertido a España en un importante foco de inversiones. Prueba de ello es que el pasado año recibió 27.300 millones de dólares (25.278 millones de euros) en operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés), según el informe M&A Insights de Allen & Overy. De hecho, se colocó en el puesto undécimo a nivel mundial con un total de 170 transacciones en 2015. En palabras del socio del departamento mercantil de esta compañía en España, Íñigo del Val, “se espera que en 2016 la actividad de M&A siga creciendo. España está en el punto de mira de grandes fondos internacionales debido a la recuperación económica, aunque la incertidumbre política y macroeconómica puede tener un efecto en las inversiones, sobre todo en ciertos sectores”. Más capital, menos operacion A nivel mundial, se ha producido un fenómeno destacable: las fusiones han incrementado su volumen un 22 por ciento, hasta 4.000.000 millones de dólares (3.705.442 millones de euros al cambio actual). Sin embargo, pese al aumento del volumen de las operaciones, a nivel mundial se ha vuelto a reducir de tal forma que ya desciende casi un 13 por ciento año tras año. De hecho, los sucesos económicos y políticos parecen no haber desestabilizado el mercado de fusiones a nivel mundial, tal y como auguraban los expertos. Por tipo de operación, aproximadamente un tercio fueron transfronterizas, lo cual es consistente con los niveles vistos en el año 2014. Entre los sectores más activos descatan el tecnológico, medios y telecomunicaciones y el farmacéutico, que registraron el 25,7 por ciento y 21 por ciento del valor de operaciones, respectivamente. En cuanto a las previsiones para este año 2016, los expertos de Allen & Overy prevén que las operaciones de gran valor (las denominadas mega deals) continúen a lo largo del año a nivel internacional. Sin embargo, lo que sí se va a incrementar son las operaciones de tamaño mediano. “Uno de los posibles efectos derivados del mayor número de las operaciones estratégicas es que los industriales vayan a necesitar reestructurar sus participadas y disponer de los activos que no sean esenciales. Cuando lo hagan, estarán poniendo en el mercado activos muy interesantes para los fondos de capital riesgo”, señalan desde la firma de abogados.