Como el ferrocarril de Harry Potter, el tren Chepe recorre un paisaje ‘mágico’ a través de cañones y montañas. Por G. UrdialesUno de los puntos fuertes del Estado de Chihuahua es el Chepe, único convoy de pasajeros de México, que atraviesa la sierra Tarahumara, en el noroeste del país. La riqueza de los paisajes que recorre recuerda a la magia de los libros de Harry Potter y su Hogwarts Express, el tren que conducía a la célebre escuela de magos desde el andén 9¾ de la estación londinense de King’s Cross. El Chepe cubre la ruta Chihuahua (capital)-Mar de Cortés; más de 650 kilómetros hasta llegar a Los Mochis, en el Estado de Sinaloa, al borde del océano Pacífico. Su trayecto completo abarca 37 puentes y 86 túneles, y el punto más alto alcanza los 2.400 metros sobre el nivel del mar. Las Barrancas del Cobre son quizá el principal atractivo del viaje: un sistema de cañones cuatro veces más extenso y casi dos veces más profundo que el Gran Cañón del Colorado. Aparte de las vistas, el recorrido tiene buena parte de aventura -y no solo porque el tren desciende 300 metros de altura en un túnel que gira 180 grados-. Los que busquen emociones fuertes pueden practicar rapel y escalada o descender, a más de 100 km/h, por la tirolina más larga del mundo, de 2,5 kilómetros y 500 metros de altura. El teleférico, tercero más largo a escala global, con cerca de 3 kilómetros de cable tendido, es otra opción para exprimir la belleza del paisaje. El Pueblo Mágico de Creel es otra de las paradas esenciales del Chepe. Un poblado tranquilo, con una avenida principal sembrada de tiendas de artesanías y una variada oferta de turismo de naturaleza: el lago de Arareko, rodeado de pinos, la cascada de Cusárare o el Valle de los Monjes son ejemplos. También en las Barrancas se encuentra Batopilas, otro de los tres Pueblos Mágicos de Chihuahua. En las profundidades de la sierra Tarahumara, este pueblo de origen minero -sector importante en la economía del Estado- brinda al visitante edificios señoriales de los siglos XVIII y XIX y un vistoso entorno natural. Más al norte se encuentra el Pueblo Mágico de Casas Grandes, famoso por la zona arqueológica de Paquimé -Patrimonio de la Humanidad-, con vestigios de edificios de varios pisos y recintos ceremoniales muy diferentes de las pirámides presentes en otra latitudes del país. Inspirado en esta cultura prehispánica, el maestro Juan Quezada elabora vasijas de gran calidad, algunas de las cuales alcanzan un precio de 8.000 dólares. Gastronomía e historia Chihuahua es famosa por la calidad de sus becerros, que rinden una carne muy sabrosa con gran aceptación en Estados Unidos. Famosos son también las manzanas y el queso menonita, elaborado por esta comunidad llegada de Alemania y Holanda en los años veinte. El toque dulce pueden aportarlo los jamoncillos, a base de leche y nuez. La tradición está muy presente en la ciudad de Cuauhtémoc, donde confluyen los menonitas, los chamochis -gente común- y los tarahumaras o rarámuris -“hombres de pies ligeros”-, afamados por sus aptitudes para el atletismo. Chihuahua capital ofrece testimonios históricos notables, como el calabozo del sacerdote Miguel Hidalgo, que inició la Guerra de Independencia; el revolucionario Pancho Villa se forjó allí. Los museos conviven con el turismo de negocios en Ciudad Juárez, pulmón económico del Estado.