El grupo firma una alianza con Bradesco, Itaú, Banco do Brasil y Caixa FederalEl Santander ha llegado a un acuerdo con los grandes bancos de Brasil para crear un centro de inteligencia del crédito, con el objetivo de poder controlar mejor la morosidad. La filial del grupo cántabro desarrollará esta oficina, denominada CIB, junto con Bradesco, Banco do Brasil, Caixa Ecónomica Federal e Itaú. Cada uno de ellos contará con una participación del 20 por ciento del proyecto y designará ejecutivos. La alianza se produce en un momento en que la economía carioca se encuentra en recesión y se espera que la tasa de insolvencias se dispare. De hecho, la franquicia del país suramericano es la mayor incertidumbre para el banco español, ya que representa una quinta parte de sus resultados. La creación de esta plataforma, que diseñará el especialista LexisNexis, servirá para que las entidades puedan agregar y tratar la información sobre la situación de los préstamos concedidos a personas físicas y jurídicas, con lo que aumentarán el intercambio de información, en aras a un mayor nivel de eficiencia y mejora de la actividad crediticia. La puesta en marcha de CIB está sujeta aún al acuerdo definitivo de las partes, además de a contar con las distintas autorizaciones administrativas. Esta especie de fichero de datos ha sido promovido por las principales entidades porque los actuales, que están vigentes desde hace tres años, no están proporcionando los resultados deseados. Bajo la denominación cadastros positivos, varias firmas especializadas -Experian, Boa Vista y SPC- pusieron en 2013 en funcionamiento bases de datos independientes sobre clientes morosos. El problema ha surgido porque los grupos financieros del país muestran recelos a aportar información. Con anterioridad, los bancos participaron en el accionariado de este segmento de actividad. Ahora quieren volver para controlar el proceso, con el objetivo de conceder créditos con mayor prudencia. La plataforma en principio no estará a pleno rendimiento hasta dentro de unos cuatro años, por lo que el Santander no tendrá disponible esta herramienta para conseguir uno de los principales objetivos que se ha marcado para los próximos ejercicios en su plan estratégico hasta 2018, que no es otro que situar su tasa de morosidad por debajo de la media del sector. En la actualidad, el ratio de insolvencia que sufre su división carioca alcanza el 5,3 por ciento de la cartera. El PIB de Brasil lleva varios trimestres contrayéndose y no se prevé que hasta 2017 el país consiga crecer. El Banco Central se ha visto obligado a tomar medidas extraordinarias, como la devaluación del real, ante la situación y contagio de la crisis china y de las economías emergentes. Pese a esta coyuntura, el Santander mantiene plena confianza en este mercado. Las últimas declaraciones realizadas por los máximos responsables del grupo cántabro muestran una preocupación relativa sobre la filial carioca y apuntan a una recuperación en el medio y largo plazo. El registro de morosos ayudará a las cinco grandes entidades a potenciar el crédito de una manera más responsable, lo que impulsará un crecimiento más óptimo de la economía. En un principio, la plataforma estuvo abierta a una veintena de entidades, pero finalmente sólo las cinco principales han dado el paso para su constitución. El resto del sector continuará con la compra de datos a los cadastros positivos independientes.