La empresa sevillana podría cerrarlo esta misma semanaAbengoa prevé cerrar esta semana su plan de viabilidad, en el que recogerá sus iniciativas para rentabilizar el negocio, cuando ha consumido casi la mitad del plazo de cuatro meses para evitar el concurso de acreedores. Este plan, que el grupo sevillano espera elevar al consejo de administración la última semana de enero, servirá de base a KPMG, que actúa de asesora de la banca en este proceso, para elaborar una estrategia más general que asegure el futuro de la compañía. La banca acreedora considera este plan el punto de partida de cualquier iniciativa respecto a Abengoa, ya que les permitirá conocer, casi dos meses después de presentarse el preconcurso, el detalle de su situación. Por una parte facilitará la tarea de “desenmarañar” un ovillo de más de 700 sociedades en unos 80 países, con sus correspondientes cifras de negocio y deuda, que en estos momentos no están claras. Y por otra, el plan identificará cada proyecto de la compañía, con su nivel de financiación y perspectivas, lo que permitirá diferenciar entre las iniciativas que, con un poco de ayuda, serán rentables, de las consideradas inviables. Precisamente las necesidades de capital del grupo son el asunto más espinoso de las negociaciones. Tras desbloquear una primera inyección de liquidez en diciembre para atender pagos urgentes, la banca se muestra ahora reacia a aportar más fondos. Así, apuntan en primer lugar a la pertinencia de que Abengoa ponga en marcha el plan de desinversiones de 1.200 millones de euros planteado en su plan estratégico del verano del pasado año, meses antes del preconcurso. En ese sentido, el grupo ya ha colgado el cartel de “se vende” en algunos de sus inmuebles en Madrid y Sevilla, considerados activos no estratégicos.