MADRID. Tras el aplazamiento de la semana pasada, la Comisión de Servicios Públicos del estado de Nueva York (EEUU) se reunirá el próximo miércoles para emitir un dictamen definitivo sobre la adquisición de Energy East por Iberdrola, último trámite que debe superar la eléctrica española. El organismo tenía previsto pronunciarse sobre la operación, valorada en 6.400 millones de euros, el pasado 27 de agosto, pero la ausencia de dos de sus cinco componentes obligó a posponer la decisión. No obstante, la Comisión celebró la sesión programada para ese día y volvió a debatir sobre los beneficios y riesgos que entraña la entrada de Iberdrola en el mercado de Nueva York. Uno de los aspectos que más división generó fue la forma en la que la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán transmitirá a los consumidores los beneficios que obtenga con la absorción de Energy East. En un principio los técnicos cifraron en unos 650 millones de dólares esos beneficios, pero finalmente han rebajado la cifra hasta 275 millones de dólares, al considerar que en los primeros meses Iberdrola asumirá costes que en sus primeros cálculos no contemplaron. Otro aspecto que preocupa es el grado de control sobre las distintas fases del negocio.