Quiere que el consejo de las entidades sepa y gestione sus riesgos El Mecanismo Único de Supervisión (MUS) va a escrutar de forma especial a la banca europea en cinco campos: sus modelos de negocio y generación de rentabilidad, el riesgo de crédito, la adecuación al capital y liquidez exigida, y esquemas de gobernanza corporativa. El plan de trabajo detallado ayer por el organismo dirigido por Daniéle Nouy, bajo el paraguas del Banco Central Europeo (BCE), fija entre las prioridades las pesadas cargas de activos dañados. Someterá a un escrutinio “más estricto” la concentración de exposiciones en áreas como el sector inmobiliario y ha puesto en marcha un grupo de trabajo para analizar las entidades con alta morosidad y proponer actuaciones. Bajo esta esfera, cuya problemática afecta al crédito, cae revisar el potencial impacto de la contabilidad internacional Niif 9, donde las provisiones pasan de constituirse por las pérdidas incurridas a dotarse por las esperadas. En el que será el segundo ejercicio para el BCE como supervisor de la banca europea, va a estudiar los modelos de negocio y revisará qué factores afectan o contribuyen a una rentabilidad, presionada por el alto deterioro de activos y el prolongado periodo de tipos bajos. Entre otros factores, se propone examinar si la ganancia se logra relajando las condiciones del crédito, con mayor dependencia de la financiación a corto plazo o con una exposición superior a los riesgos. Precisamente el conocimiento y la toma de decisiones en el seno del consejo de administración de las entidades es otro campo clave. Se propone supervisar que los bancos disponen de sistemas informáticos robustos para medirlos y monitorizarlos, y se reportan adecuadamente al consejo para que los tengan en cuenta al tomar decisiones. El MUS analizará la correcta evaluación y acumulación de la liquidez y capital exigidos regulatoriamente, e iniciará un examen de los modelos internos de las entidades que se prolongará varios años.