‘Tú cambias y nosotros contigo’. El Grupo Correos no ha podido escoger mejor eslogan para celebrar su 300 cumpleaños. Crearon el primer sello, el primer telégrafo y el primer teléfono. Fueron los primeros en incorporar a la mujer al trabajo, los primeros en desarrollar buzones domiciliarios y los primeros en informatizar la red de oficinasEl próximo año se conmemora el III Centenario del nombramiento por Felipe V, de Juan Tomás de Goyeneche como Juez Superintendente y Administrador General de las Estafetas de dentro y fuera de estos Reynos. Con este nombramiento, el correo español pasaba a ser administrado directamente por el Estado, a la vez que se indemnizaba a los descendientes de la familia Tassis, que hasta este momento habían ejercido el cargo de Correo Mayor del Reino por concesión real. El correo dejaba de ser un privilegio áulico para convertirse en una renta estatal. Durante el siglo XVIII, gracias al impulso de los políticos ilustrados, se mejoraron las vías de comunicación, se crearon nuevos servicios y se racionalizaron las tarifas. Por ejemplo, en 1762 se mandó abrir en los oficios y estafetas agujeros o rejas para el depósito de la correspondencia, dando origen a la boca buzón de Correos. Otra de las innovaciones más relevantes de este siglo fue el nombramiento de los primeros carteros urbanos. Tras el paréntesis de la Guerra de la Independencia, durante el siglo XIX se produjeron las transformaciones más radicales en el mundo de las comunicaciones. A mediados de siglo, los diferentes gobiernos liberales propiciaron una serie de reformas postales que hicieron posible el uso masivo de servicio postal. Correos dispuso de una flota propia de transportes por carretera para la correspondencia y pasajeros y se incrementó la frecuencia de entrega del correo. Pero a partir de 1850 se impuso un nuevo medio de locomoción que sería de inmediato asumido por el correo: el ferrocarril. En 1855 quedó establecida la primera conducción de correo ambulante entre Madrid y Albacete, y a partir de este momento fueron suprimiéndose las líneas generales de diligencias según avanzaba el tendido ferroviario. La otra gran conquista del siglo XIX en materia postal fue la invención del sello de correos como forma de pago de los envíos a cargo del remitente, debido al británico Sir Rowland Hill, poniéndose en circulación en 1840 y conocido como el Penny Black. En España se implantó el 1 de enero de 1850. Fueron cinco los primeros sellos emitidos por el Estado español, con valores faciales que variaban desde los 6 cuartos para las cartas sencillas hasta los 10 reales para los certificados de mayor peso y en todos ellos la imagen representada fue el busto de la reina Isabel II. El último paso para la reorganización definitiva del correo se produjo en 1889 con la creación del Cuerpo de Empleados de Correos, organizado como una estructura piramidal. Coincidiendo con las reformas de mediados del siglo XIX, los gobiernos liberales pusieron en marcha el servicio telegráfico. Siguiendo el ejemplo francés, España desarrolló un trazado de líneas de telegrafía óptica entre 1844 y 1855, de uso exclusivo del Estado. A partir de esta última fecha, se creó el Cuerpo de Telégrafos y fue desarrollándose la red electrotelegráfica, que en 1863 ya unía todas las capitales de provincias con Madrid. Este nuevo sistema revolucionó el mundo de las comunicaciones, reduciendo los días, semanas o meses que tardaban en llegar los mensajes, a sólo unos minutos. Siempre avanzando El progreso alcanzado a lo largo del siglo XIX se consolidó durante la centuria siguiente con nuevas tecnologías, nuevos medios de transporte, nuevos servicios y una decidida vocación de utilidad pública que provocaron la extensión del uso del correo y del telégrafo. La aparición del automóvil o del avión cambiaron las estructuras postales y aceleraron la entrega de la correspondencia, así en 1899 se inauguró la primera conducción postal por carretera en la provincia de Navarra, y siete años más tarde la Administración Central de Madrid contaba ya con 16 vehículos para el transporte de la correspondencia. En 1919 se creó por decreto en España el servicio aeropostal, que un año más tarde creaba las primeras líneas aeropostales españolas uniendo Sevilla con Larache, Barcelona con Palma de Mallorca y Málaga con Melilla. El ferrocarril siguió siendo el principal medio para llevar las cartas y paquetes por toda la geografía peninsular hasta 1993 en que el servicio por tren ha dado paso a un modelo más racional y adecuado del transporte de la correspondencia por carretera. De Correos a ‘e-Correos’ En los últimos 25 años, Correos ha sabido adaptarse a un contexto socioeconómico cambiante. En este tiempo ha pasado de ser una Dirección General adscrita a un Ministerio, a constituirse en Sociedad Anónima Estatal. De un mercado restringido, a la total liberalización del sector. De una actividad basada en el trabajo manual, a implantar la automatización en el tratamiento de los envíos, de modo que más del 94 por ciento de las cartas se clasifican hoy mecánicamente en sus 18 grandes centros logísticos. En definitiva, ha sabido pasar, con nota, del mundo analógico al mundo tecnológico. Todos los carteros disponen ya de PDA inteligente en vez de carpetas y libretas, al tiempo que en sus carritos, los paquetes del comercio electrónico van ganando sitio a las cartas. Las cerca de 2.400 oficinas postales, ya totalmente informatizadas, son espacios multiservicio donde se pueden hacer muchas gestiones. Correos es la empresa líder del sector postal en España y la primera del país por capilaridad y cobertura territorial, con más de 9.000 puntos de acceso a sus servicios, incluidos 6.670 servicios rurales. Gestiona cerca de 3.600 millones de envíos al año y, con su flota de 14.000 vehículos, llega diariamente a 28 millones de hogares, empresas e instituciones. El futuro de Correos pasa por la diversificación, la innovación y la apertura a nuevos negocios, lo que unido a la gran profesionalidad de sus más de 50.000 empleados, hará que el negocio de Correos siga transformándose en la era digital: Oficina Postal Virtual, comercio electrónico, logística inversa, marketing directo, HomePaq, CityPaq... Por último, la nueva gama de servicios puramente digitales que se lanzarán en breve, hace que incorporen a su nomenclatura la “e -“y con ello configurar nuestros servicios bajo la marca e-Correos, añadiendo a lo digital los valores de seguridad, confianza y fiabilidad que Correos representa en el mundo de las comunicaciones físicas”.