Los sindicatos UGT y CCOO piden una interlocución clara a la compañíaLa sede de Abengoa, donde trabajan más de 3.000 empleados, se ha convertido en el epicentro de todos los rumores posibles sobre el futuro de estos trabajadores, que llevan semanas viviendo entre la incertidumbre de los bulos y la realidad de los despidos que se están produciendo a diario. “Mientras toda España hace quinielas sobre las elecciones, aquí las hacemos sobre el próximo despido. Aquí, una casa de apuestas se forraba.”, ironiza un empleado en la puerta del Campus de Palmas Altas. Allí cayó ayer como un jarro de agua fría el anuncio, siempre extraoficial, de que el plan de viabilidad recoge una reducción de costes en torno al 40 por ciento y la salida de entre un 10 y un 15 por ciento de la plantilla en España, compuesta por unos 6.000 trabajadores, lo que puede suponer entre 600 y 900 personas. Sin embargo, muchos lo asumen como algo inevitable para salvar la empresa, aunque piden claridad. UGT y CCOO han exigido una interlocución clara sobre los despidos con la dirección de Abengoa, una empresa donde nunca ha existido ese diálogo y donde la representatividad sindical ha sido inexistente hasta la fecha precisamente por las trabas puestas por la compañía. Esa falta de información oficial es la que ha disparado los rumores entre los empleados, que ya han visto en los últimos días a decenas de compañeros desfilar hacia la calle con sus pertenencias al estilo americano. Abengoa ha apretado el acelerador para demostrar ante los acreedores que su plan va en serio y eso incluye ya reducción de personal en numerosas unidades de negocio, que empezaron afectando a otros países, especialmente Brasil y México, y después han llegado a España. Los empleados, que prefieren no dar su nombre en la actual situación, aseguran que el ambiente no puede estar más crispado en Palmas Altas. “Cada vez que te dicen que vayas a un despacho no sabes si es para consultarte algo o para decirte que te vayas”, asegura una joven ingeniera que lleva cuatro años en la empresa. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos despidos se han producido en los últimos días, porque se están produciendo de manera individual, sin reunir a grupos, pero varios de ellos estiman que sólo de la sede sevillana han salido ya casi 200 personas en las últimas semanas. “Te llaman, te dicen que lo sienten y que recojas tus cosas inmediatamente y te marches, sin preaviso alguno de 15 días”, asegura a elEconomista Javier, un ingeniero que fue despedido este lunes. “Otros, están siendo despedidos hasta por teléfono, como los casi compañeros de la sede en Salamanca”, apunta. “Se dice que el otro día una empleada se enteró al ir a recoger a su hijo en la guardería que hay en la sede”, explica otro empleado que confirmaba que ayer había cobrado la extra de Navidad. No fue el único. Ayer, muchos empezaban a recibir la paga extra de Navidad una vez que los bancos acreedores y el ICO han inyectado más de 100 millones para hacer frente a estos pagos. Sin embargo, nadie mostraba ayer su alegría en la sede de Palmas Altas, donde el ambiente navideño parece sólo teñido por las flores de pascua plantadas en el patio. “No estamos para muchas fiestas”, explicaba un empleado a un joven que repartía en la puerta de Palmas Altas publicidad de un restaurante de Sevilla que propone “Celebra la Navidad de una forma diferente”. Para hacer más surrealista la situación entre los trabajadores, estos días tienen que presentar su petición de vacaciones para 2016.