JP Morgan recomienda no vender en este momento un paquete de la YieldLas entidades acreedoras de Abengoa dieron ayer un nuevo giro en su intento por evitar a toda costa tener que aumentar su exposición al grupo andaluz. El denominado G-7 (Banco Santander, HSBC, Bankia, Caixabank, Popular, Sabadell y Crédit Agricole) volvió a negarse a inyectar liquidez en la firma sevillana, que el pasado viernes solicitó formalmente 100 millones de euros para pagar nóminas y a proveedores en diciembre y otros 350 millones hasta marzo. Las entidades propusieron a la empresa que busque hedge funds dispuestos a ofrecer financiación, según fuentes financieras. Esa fue la respuesta de los bancos ante la negativa de Abengoa a desprenderse de la participación en la filial estadounidense Abengoa Yield. Los acreedores habían solicitado al grupo andaluz que venda un paquete próximo al 10 por ciento de la Yield (sobre el 47 por ciento que tiene), valorado a precios de mercado en 140 millones. Con ello, afrontaría las necesidades de liquidez más urgentes. Sin embargo, JP Morgan, el asesor que ha contratado la compañía para encontrar un socio industrial que sustituya a Abengoa en la Yield, recomendó no hacerlo porque “se destruiría mucho valor que va en detrimento también de los acreedores”, que “podrían perder la prima de control a aplicar eventualmente a la venta de todo el paquete”. Por ello, decidieron “aparcar esta opción”. Los bancos confían en que Abengoa encuentre algún fondo u otro inversor financiero aporte la liquidez necesaria. Al fin y al cabo, antes de declarar el preconcurso de acreedores, la firma andaluza había acordado ampliar capital por 650 millones y esperaba que una parte fuera suscrita por inversores institucionales. El objetivo de los bancos es minimizar los riesgos. Ahora bien, encontrar un fondo que aporte la financiación necesaria no será fácil, por lo que al mismo tiempo se preparan para el escenario en el que tendrán que inyectar liquidez -si no lo hacen, la empresa podría ir a concurso antes de fin de año y las entidades tendrían que provisionar el 100 por cien de la deuda en las cuentas de 2015-. Por ello, en el encuentro de ayer, que se prolongó desde las 10 de la mañana hasta pasadas las 15.30 horas, pidieron a Abengoa que detalle por países las necesidades de liquidez y a qué se destinaría. Algunas fuentes, de hecho, aseguran que “la prioridad de los bancos españoles es España”. Así, estarían dispuestos a aportar una parte de los 100 millones para salvar a proveedores y trabajadores en España, muchos de ellos clientes que si no cobran podrían terminar por no pagar las facturas (hipotecas, por ejemplo) con la banca. Se estima que en diciembre el pago de nóminas requerirá 60 millones. En la reunión del miércoles, KPMG, el asesor que han contratado las entidades para coordinar la reestructuración, presentó un primer esbozo del mapa de deuda de Abengoa. Inicialmente, los datos se aproximan a los ofrecidos por el grupo andaluz, de forma que el endeudamiento se sitúa en torno a los 24.000 millones. No obstante, los bancos pidieron que lo “afine más” para disgregar la deuda y verificar “cuánto corresponde a project finance, cúanto son créditos con garantías y cuánto sin garantías”, explican las fuentes consultadas. Ayer, el ministro Luis de Guindos incidió en que el 99 por cien de los negocios de Abengoa son viables, y que la situación de preconcurso es consecuencia de la estructura de capital y de la “errónea” política financiera de sus gestores.