La inmensa labor de los fotoperiodistas es la que permite hoy en día conocer los detalles de los conflictos. Por Sandra TobarDonde el ojo de las personas no es capaz de llegar y la razón humana no siempre quiere comprender, ahí hay un fotorreportero dispuesto a mostrar la realidad con un arma mucho más potente que las de fuego: una cámara. Una exposición bajo el nombre Upfront, en el Centro Cultural Conde Duque, producida y financiada por la Cooperación Española, a través de la Agencia Española para el Desarrollo (Aecid), pone en valor el trabajo de 23 fotoperiodistas. Una labor marcada por el dolor que producen las heridas de guerra. La muestra está compuesta por 74 imágenes, tres vídeos, un libro y un poema. No es una exposición simplemente visual, sino que invita al visitante a sentirse como el propio fotoperiodista. Así, fotografías a modo de pantallas colgantes se distribuyen a lo largo de una sala fría y oscura cuyo telón de fondo viene marcado por una banda sonora que emula fogonazos reales. El desasosiego, la confusión y la sensación de no saber que hay detrás de cada imagen acompañan al visitante en su viaje. También es una invitación a la reflexión. “¿Por qué nos engaña la mirada, por qué unas imágenes giran visualmente y otras se pierden? Nuestros ojos leen historias en las fotografías, pero ¿son de verdad o están filtradas por nuestros condicionantes? ¿Quién nos engaña, el medio, el encuadre del fotógrafo o nuestra propia mirada que imagina lo que quiere y nos traiciona?”, se pregunta el comisario de la exposición, Ramiro Villapadierna. Desde Afganistán hasta Haití, pasando por Siria, Congo, Libia o algunos países de Centroamérica, los fotoperiodistas han mostrado la realidad del tiempo en el que vivimos. Sólo ellos son capaces de caminar hacia una explosión o enfrentarse al dolor y a la muerte día tras día. Pelean con la suerte y el riesgo y, a veces -las peores-, dejan de estar detrás de su objetivo y se convierten en víctimas. Por ello, esta muestra también es un homenaje al fotoperiodista Miguel Gil, fallecido mientras ejercía su trabajo.