El sector asegurador encara un futuro cargado de retos. Tras resistir el zarpazo de la crisis, enfrenta el triple desafío de aprender a trabajar en un entorno de tipos casi a cero, con crecientes demandas regulatorias y un cliente que pide conveniencia y precios ajustados. Concienciada del reto, Santalucía rompió hace pocos años sus costuras de monoespecialista en decesos para operar en otros ramos. Ahora es todo ebullición: “Tenemos claro que hay que dar pasos de transformación: orientar hacia nuevos productos, canales y nuevos negocios”, detalla su director general, Andrés Romero. Fruto de esta visión ultima la entrada en Perú, en alianza con el líder que copa un tercio del sector Rimac, y se ha subido a la red de Evo Banco para ofrecer sus pólizas. Acaban de desembarca en Perú en decesos y en México para desarrollar residencias para la tercera edad con su participada Ballesol. En 2011 fue Argentina y buscan su próxima entrada en Colombia ¿Que viene ahora? ¿Una pausa o quizá toca Europa o América del Norte? La internacionalización en países como pueda ser Perú, o Colombia o México u oportunidades que haya en Portugal pueden distraer la atención de lo mucho que hay que hacer también en España. El foco de Santalucía también está aquí porque hay oportunidades de crecimiento. Queremos transformar la dimensión de la entidad de aquí al 2020 y que el 50 por ciento del negocio proceda entonces de vida, que es donde vemos la gran asignatura pendiente en España en el desarrollo de la previsión social. Nosotros podemos aportar mucho porque tenemos siete millones de clientes. Hacer cosas en vida desde el punto de vista orgánico es viable y posible, pero también tiene sus limitaciones. Si el objetivo es que la mitad del negocio esté ahí, es duplicar el actual y te podrás imaginar que algo más tendremos que hacer desde el punto de vista inorgánico. Estamos atentos a oportunidades vía adquisiciones y alianzas de nuevos canales -vida genera hoy un 20 por ciento del negocio, decesos el 50 y seguros patrimoniales el 30-. ¿Comparte la opinión de que Solvencia II traerá una concentración? Sí, la comparto. No soy de los que piensa que habrá oportunidades por insuficiencia de capital porque tenemos un conjunto de entidades bien capitalizadas, bien gobernadas y armadas para afrontar los nuevos requerimientos. Pero Solvencia II sí invita a minimizar riesgos y un riesgo mío junto con el de otro puede llevar a soluciones de dilución. Esto van a ser oportunidades de fusiones o alianzas, donde los gestores tendremos que aportar nuestra inteligencia para abordarlas, y Santalucía estará atenta. Han dado pasos en las alianzas de venta cruzada con Sanitas, gran referencia en salud, y Pelayo, de autos, ¿queda algún ramo para completar su oferta con especialistas? Nosotros creemos mucho en los modelos colaborativos, en hacer cosas en común. Es lo que hemos hecho con Sanitas ¿yo en qué soy experto? y tú ¿en qué lo eres? Si podemos ser conscientes de esas realidades y poner en común sinergias haremos mucho más que en solitario. A lo mejor podría tener algún sentido una colaboración en temas que tenga que ver para complemento nuestro con los seguros agrarios. En el marco de su apuesta por vida acaban de tomar el control de Alpha Plus ¿reforzarán su posición? Sí, lo prevé el acuerdo. Estamos en el 51 por ciento y podemos llegar al 70-75 por ciento. La intención compartida con los actuales accionistas es hacer esto grande, potente y por lo tanto, ante eventuales crecimientos que supongan ampliaciones de capital, hay disposición por apostar porque será un elemento estratégico. A Alpha Plus lo estamos preparando para que sea mi gestor de fondos de inversión, pensiones y de los activos del Grupo Santalucía. Y ese es el mensaje contundente que debo trasladar al cliente: no invierta aquí, sino invierta conmigo, donde yo me juego mis intereses. ¿Están buscando otras gestoras para integrarlas en Alpha Plus? No, el crecimiento vendrá por su dimensión y afinidad con Santalucía. Puede haber alguna adquisición de algún fondo de pensiones que sume volumen, pero puntual. ¿El entendimiento logrado con Apollo para su filial Evo Banco se podría extender a Portugal? Se podría. Para nosotros Portugal sigue siendo un mercado prioritario, en el que tenemos abiertas conversaciones con Tranquilidade. Pero seguramente Apollo tiene otras prioridades, como ordenar su compra de Tranquilidade o, incluso, en el interés publicado por Novo Banco. Si esa operación no va adelante por la razón que sea, seguiremos buscando. De hecho, ya lo hacemos. ¿Son prioritarios otros países? Pueden serlo muchos países de nuestro entorno más inmediato europeo tales como Italia ó Francia. En Europa hay oportunidades de hacer cosas y existen invitaciones para ver formulaciones. Ten en cuenta y es un dato empírico, la experiencia de España sobre seguro decesos era hasta hace unos años muy peculiar -el 45 por ciento de la población lo tiene contratado- y ahora interesa a todas las grandes multinacionales europeas. Pero es un seguro que requiere un tratamiento, desde el punto de vista técnico y operacional, que no es sencillo. No se puede comercializar de un día para otro. Hay aseguradoras que están aproximándose, interesándose en conocer cómo funciona. Si finalmente deciden impulsarlo en sus países, estaremos encantados de acompañarles en esa aventura. ¿Les interesa, como a otras aseguradoras, invertir en inmuebles? Una parte relevante de los cerca de 4.500 millones en activos en inversión de Santalucía son inmuebles -unos 320 millones-. Durante la crisis es verdad que lo paralizamos por un escenario de bajada de las tasaciones, pero en este momento, donde los precios empiezan a reposicionarse y ofrece rentabilidades del 3 por ciento, la compañía está activamente buscando inmuebles en zona prime en Madrid y Barcelona. A un mes de cerrar el ejercicio ¿cómo prevé que concluya? En el tercer trimestre y con datos de ICEA estamos creciendo al 4,13 por ciento. Pero, con algunos ajustes por operaciones que hubo el año pasado y no se repetirán, la expectativa es cerrar entorno al 3-3,5 por ciento. Eso son primas. En resultados la intención es estar en la línea del año pasado -100 millones-, pese a que este año ha sido especialmente duro en el recálculo -refuerzo- de provisiones matemáticas por la bajada tipos de interés.