Reitera al supervisor de Estados Unidos la disposición a pagar más dividendoEl consejero delegado de Abengoa, Santiago Seage, tomó el pasado lunes por la noche el mando de la filial Abengoa Yield tras la abrupta salida del hasta ahora primer ejecutivo, Javier Garoz. Garoz había sustituido al propio Seage hace apenas unos meses cuando este asumió el relevo de Manuel Sánchez Ortega al frente de la matriz. El anterior ejecutivo abandonó la compañía, según se indicó en un primer momento por cuestiones personales en mayo pero en julio recabó rápidamente en Blackrock. No obstante, Ortega sigue pendiente de la decisión de la compañía de si cobra una parte de su bonus por el cumplimiento de objetivos, tal y como se reconocía en las últimas cuentas. Seage además abandona la presidencia de Abengoa Yield que asumirá a partir de ahora el consejero independiente Daniel Villalba. Abengoa Yield, por su parte, aseguró ayer que tiene listos planes de contingencia para hacer frente a los posibles impagos de la compañía matriz en algunos de sus proyectos lo que no evitó un retroceso en su cotización de más del 10 por ciento. Además, la filial Yield es uno de los activos que la banca pretendía que fueses vendidos o monetizados dentro del acuerdo de la ampliación de capital planteada, pero la compañía reiteró que cumplirá sus objetivos, entre los que figura incrementar el dividendo. En las últimas semanas, Garoz había puesto en marcha la búsqueda de un director financiero tras la salida del anterior en septiembre pasado y pretendía buscar un nuevo sponsor para independizarse de la matriz. El director financiero de Abengoa Yield, Eduard Soler, esgrimió motivos personales, según comunicó a la Securities and Exchange Commission (SEC), el regulador bursátil de Estados Unidos, en su salida en septiembre. También han salido de la compañía Manuel Fernández Maza, del área financiera de Abengoa USA; Francisco Lebrero y Paulina Jung, del área financiera; Barbara Zubiría, de relaciones con inversores, y Enrique Barreiro, de desarrollo de negocio. Y las fugas parecen no haber acabado todavía. Prueba de ello, es la carta que envió ayer el actual presidente de la compañía, José Domínguez Abascal, en la que reconoce la “inquietud” de la plantilla y asegura que un grupo de personas “muy calificado” trabajará “con la mayor energía” en la búsqueda de una solución. “Como sabéis por los medios de comunicación Gonvarri nos comunicó formalmente en el día de ayer que no iba a realizar la inversión anunciada en la ampliación de capital ya que no se daban las condiciones que esta compañía consideraba necesarias”. Ante esta situación, Abengoa ha iniciado un proceso de negociación con sus acreedores financieros para “alcanzar un acuerdo que permita hacer viable la empresa con la estructura de capital que sea necesaria”, señala.