KPMG valora España y lo demuestra contratando 1.000 personas este año, según anunció en enero. Que España es importante para KPMG queda también patente en la figura de su presidente, John Scott, que desde hace dos años es vicepresidente global de la firma. Este escocés siempre está al lado de las empresas. Recientemente solicitó “estabilidad en materias como impuestos o energía para impulsar los negocios de la empresa familiar y el crecimiento económico”. Según la propia filosofía de la consultora, “KPMG en España mantiene un compromiso de actuar con profesionalidad entre nosotros, con nuestros clientes y con los mercados de capitales que nos anima a demostrar nuestra cultura de integridad no sólo con palabras, sino también con hechos”. La compañía ha estado de mudanzas. En febrero desplazó sus oficinas madrileñas a la Torre de Cristal, donde ha trasladado a 1.900 de las 2.900 personas (44 por ciento mujeres), repartidas en 16 sedes.