Aunque no ha sido un año fácil para Airbus, sobre todo en España, todo hace indicar que las aguas han vuelto a su cauce y que las instalaciones que el fabricante europeo tiene en el país mantienen su presencia en todos y cada uno de los proyectos de esta empresa, en la que el Estado tiene un pequeño porcentaje de participación. Ha sido un periodo problemático que se inició con el cambio del máximo representante de la división de Defensa y Espacio en España, al nombrar a Fernando Alonso, un hombre vinculado a la casa desde hace mucho años, en sustitución de otro ilustre veterano en Airbus, Domingo Ureña, con el fin de reconducir algunos de los programas desarrollados en el país. Y veinte días más tarde, sustituyeron a Josep Piqué por Amparo Moraleda, con la opinión en contra del Ejecutivo, lo que ha mantenido durante unos meses una situación de cierta crisis entre Gobierno y empresa. Tras el verano parece que todo ha vuelto a su cauce y que las aguas bajan tranquilas.