Las compañías deberán hacer test de estrés con parámetros y escenarios a medida de su estrategiaLos auditores internos de las aseguradoras sienten que precisarán medios humanos y técnicos extra para asumir su rol de supervisor bajo Solvencia II a partir de 2016. “El auditor interno fija el foco en los riesgos porque tienes que verlo todo: no solo los de negocio o contable, también los asociados a ciberseguridad, reputación, fiscal, legal... Todas las preocupaciones de la empresa son preocupaciones del auditor interno”, detalla Gabriela González- Valdés, subdirectora general del Instituto de Auditores Internos de España (IAI). Esa misión sigue intacta. Sin embargo, la nueva regulación es un salto de escala exponencial en la función de vigilancia en la medida que las aseguradoras deberán incorporar la gestión del riesgo al negocio diario y toma de decisiones estratégicas. Y es que la hucha de capital a acumular con Solvencia I se vinculaba al balance o tamaño y ahora dependerá del riesgo efectivamente asumido -en un producto, inversión en activos, posiciones estratégicas, etc-. Para testar la fortaleza o fragilidad de sus apuestas, se les obliga además a realizar proyecciones bajo escenarios de estrés para comprobar si disponen de capital suficiente o, en su defecto, construirlo -ejercicio bautizado como Orsa, por sus siglas en inglés-. Este cambio de paradigma complica la labor del auditor interno, que deberán revisar y evaluar esas pruebas de resistencia Orsa y emitir las oportunas recomendaciones al consejo de administración. Para facilitarles la tarea y tamibén al consejo, el IAI ha diseñado una guía sobre el proceso Orsa para ayudar a su cumplimiento. La directora de Auditoría Interna de MMT Seguros y coordinadora de los expertos que han elaborado la guía, Sonia Vicente Alonso, defiende que para ellos es una “evolución, no una revolución” porque Solvencia II pone en ley sus buenas prácticas como supervisor de riesgos. Si bien, reconoce que dificulta el trabajo porque la Orsa “te pregunta cómo tienes los compromisos asumidos a tres, cinco años.., y en función de esa estrategia garantiza también hoy la cobertura”. “Te obliga a comprobar que la estrategia no te pone en una situación comprometida en unos años”, agrega Fe Fernández Martín, directora de Auditoría de Pelayo y coautora de la guía, quien subraya que la tarea se complica porque cada empresa decide su escenario de estrés, con parámetros realistas y sensibles a su perfil de actividad y estrategia.