Las donaciones a la educación se encuentran significativamente por debajo del gasto en otros ámbitos como el de la salud. Según el informe Fortune 500 de la Fundación Varkey, la mayoría del gasto en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) relativo a educación lo realizan solo unas pocas grandes empresas (Banco Santander, IBM, Telefónica, Microdoft). Las primeras diez compañías realizan una contribución del 42 por ciento y las primeras 20, el 62 por ciento al gasto total en RSE relativa a la educación. Joaquín Garralda, experto en Responsabilidad Social Corporativa del IE Business School, indica que “esta partida está creciendo de una manera relevante. Entre los ejemplos más destacados y consolidados, podríamos citar la iniciativa de Universia del Santander o las iniciativas de Telefónica. Después de la crisis, los bancos están apostando mucho por la alfabetización financiera”. Proyectos en España Algunas empresas españolas deciden invertir su RSE en el propio país. En 2014, Bankia invirtió en proyectos de educación 4 millones de euros, lo que supuso el 30 por ciento del presupuesto de acción social llevado a cabo por el banco, el mayor peso de cuantas líneas de acción social se divide la misma. Para 2015, se han comprometido otros 4 millones, lo que supone el 26 por ciento del presupuesto de acción social, la segunda línea de mayor peso, tras desarrollo local. Además, Bankia encabeza el primer proyecto de FP dual del sector financiero para formar profesionales de banca. Este programa permite a 50 alumnos cada año realizar en la entidad bancaria una parte de su formación. Además, Bankia ha establecido una beca de 4.680 euros para los estudiantes del Grado de Administración y Finanzas. La Obra Social la Caixa invirtió en programas educativos e investigación un 7,7 por ciento de su presupuesto social (33.291 euros). Para este año, ha incrementado un 0,5 por ciento esta partida (un 8,2 por ciento, 40.852 euros). Este año, la institución facilitará el refuerzo educativo a más de 36.000 niños en situación de vulnerabilidad durante este curso en el marco del programa CaixaProinfancia, dirigido a hogares con menores de 0 a 16 años en riesgo o situación de exclusión. También ha reforzado sus acciones para la vuelta al colegio con la entrega de un kit básico de material escolar a los niños de 3 a 16 años. Endesa invirtió en 2014 un 37,6 por ciento del presupuesto de RSE en educación y formación, es decir, más de 4 millones de euros. La eléctrica ha bajado 0,4 puntos con respecto al año 2013 (4.495.781€ que corresponde al 38 por ciento). Sin embargo, han ampliado su presupuesto si se tiene en cuenta el año 2012 (inversión del 32 por ciento). Una de las actividades más destacadas de este año es el concurso para universitarios Las Ideas se Mueven, dedicado a la innovación energética. El objetivo es fomentar la generación de ideas relacionadas con la energía eléctrica. El ganador recibirá 3.000 euros y una beca en el programa de iniciación profesional STEP, con formación académica y prácticas remuneradas. Además, a través de Endesa Educa, la compañía trabaja para fomentar el conocimiento de la energía, ofreciendo a todos los centros recursos y actividades educativas gratuitas. Gas Natural Fenosa invirtió en 2014 cerca del 3 por ciento del presupuesto de inversión social (350.000 euros) en educación y juventud. Una aportación que supone un 58 por ciento más que la realizada en el ejercicio anterior, cuando alcanzó los 220.500 euros. Gas Natural Fenosa desarrolla desde hace años distintos programas de educación y empleo. Cuenta con el programa Recruiting Erasmus para el desarrollo de la formación y la carrera internacional. Además, junto a escuelas de negocios, tiene dos programas de empleo. La inversión social de Repsol en 2014, incluidas sus dos fundaciones, ascendió a 26,03 millones. De ellos, 5,71 millones, casi una cuarta parte, se destinaron a proyectos de educación y formación. La petrolera participa en el programa de FP dual, que contará este año con cerca de 200 jóvenes formándose en sus centros. Además, cada año se convocan becas de formación. IBM destina la mayor parte de su RSC a educación. En los últimos años, el porcentaje destinado a este área ha subido del 13 por ciento (147,1 millones de dólares) al 16 por ciento en 2014 (149,2 millones de dólares). IBM ha puesto en marcha Robots, videojuegos y apps en el aula para profesores de Secundaria de la Comunidad de Madrid. El objetivo es dotar de recursos para la programación de videojuegos y la creación de robots para su uso en las aulas. La inversión que realiza la Fundación Mapfre en 2015 en programas educativos es de 5.360.500 euros (un 7 por ciento más que en 2014). Representa cerca del 10 por ciento del presupuesto global de la fundación. Una de las iniciativas estrella es El Seguro está en el Aula, que se desarrollará durante este curso con el objetivo de fomentar la cultura aseguradora y el ahorro entre 2.000 jóvenes, de entre 12 y 14 años, que cursan Secundaria en 40 centros. Samsung otorga el 70 por ciento de su presupuesto de acción social al área educativa. El proyecto Sam-sung Smart School está destinado a la integración de las nuevas tecnologías los colegios públicos, con un foco especial en los centros con posible riesgo de brecha digital. En 2014, Santander invirtió 187 millones de euros en apoyo educativo. El 78,1 por ciento de su inversión social se dedica a universidades. Cada año, la entidad aumenta su presupuesto para este área: en 2013 invirtió 142 millones, en 2012, 130 millones, en 2011, 117 millones y en 2010, 100 millones. Banco Santander colabora, desde hace 18 años, con instituciones académicas y de investigación de 20 países, con las que mantiene 1.200 acuerdos de colaboración. La entidad está a la cabeza de la lista Global Fortune 500 como la empresa que más invierte en RSE relativa a la educación. En 2015, el banco habrá entregado 35.702 becas, ayudas al estudio y prácticas profesionales y, entre 2016 y 2018, habrá concedido más de 128.800 becas. Respalda más de 4.500 proyectos universitarios cada año. Fundación Telefónica desarrolla la acción cultural y social de Telefónica en el ámbito de la innovación educativa. En 2014, la inversión general de la fundación fue de 86 millones y un 76 por ciento de esta cantidad se destinó a proyectos de formación y empleabilidad. El proyecto Desafío Educación pretende identificar, dar visibilidad y abrir oportunidades de implantación a las mejores innovaciones en este ámbito, y sensibilizar sobre la importancia de las vocaciones científicas y tecnológicas. Fruto de ello, nace Apps for Good, que ayuda a que los alumnos aprendan a programar aplicaciones para móviles y tabletas o JUMP Math, una nueva metodología para enseñar matemáticas. Mirada internacional Las empresas también dedican parte de su presupuesto a otros países. Fuera de España IBM intenta promover las vocaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus sigals en inglés) y reducir el gap entre lo que los jóvenes aprenden en su itinerario formativo y lo que las empresas demandan. El programa P-Tech ofrece nuevas oportunidades y favorece la transición entre la educación secundaria y el mundo laboral. Hasta el momento, solo se ha implementado en EEUU, pero se estudia la posibilidad de iniciarlo en Europa en 2016. También cuenta con IBM MentorPlace, que pone en contacto a profesores y estudiantes con empleados de IBM para compartir experiencias. Repsol evidenció en Colombia que una de las necesidades de la población en edad escolar es el poco o nulo acceso para adquirir los útiles escolares importantes para su desarrollo educativo. Así, ayuda al fortalecimiento de la gestión educativa a través de la entrega de kits escolares. Inditex invirtió en 2014 casi 26 millones, el 23 por ciento de los fondos (unos 6 millones) se destinaron a proyectos de este ámbito. Más de 37 millones invertidos en proyectos educativos desde 2002. El proyecto EPGO (Educar Personas, Generar Oportunidades) colabora con la Fundación Entreculturas y su Servicio Jesuita al Refugiado (SJR) con acciones en América Latina y África. Engloba diferentes iniciativas: acciones de atención a colectivos vulnerables en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, teniendo la educación y la generación de empleo como referente. En este sentido, más de 34.000 personas participaron en cursos, recibieron material formativo o permanecieron escolarizadas en 2014. En Sudáfrica, Uganda, República Democrática del Congo y Chad las ac- tuaciones se centran en la mejora de la situación educativa de la población refugiada y desplazada.