Las ganancias recurrentes, sin embargo, del grupo crecen un 24,4%La falta de ingresos extraordinarios ha lastrado los resultados de Unicaja en los nueve primeros meses del año. La entidad andaluza ganó hasta septiembre 209 millones de euros, lo que supone un descenso del 63,9 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando obtuvo un efecto positivo en las cuentas de 406 millones por la absorción de España-Duero. Sin este impacto, el beneficio recurrente del grupo andaluz se eleva un 24,4 por ciento, gracias a las menores provisiones para saneamientos. Éstas disminuyeron un 29 por ciento y pudieron compensar la caída del margen de intereses en un 9,5 por ciento y la menor desinversión de la cartera de deuda pública. Los ingresos financieros de Unicaja se vieron afectados por una depreciación en el rendimiento de los bonos de la Sareb en su filial España-Duero, que han descendido hasta un 1 por ciento de media. La bajada en la rentabilidad de estos bonos ha influido negativamente en todas las entidades que los recibieron a cambio de los activos tóxicos que traspasaron al denominado ‘banco malo’ debido al desplome de la prima de riesgo. Unicaja, durante estos nueve primeros meses de 2015, ha aprovechado las oscilaciones de la bolsa para desprenderse participaciones accionariales, con las que ha obtenido unos ingresos de 44 millones. Al tiempo, la entidad ha contenido un 6 por ciento sus costes operativos hasta septiembre y ha recortado las provisiones por pérdidas de activos a 260 millones, frente a los 366 millones de hace un ejercicio. La tasa de morosidad del grupo ha mejorado sustancialmente, hasta el 11,1 por ciento. Sin tener en cuenta España-Duero, el ratio de insolvencias del banco malagueño se limita al 9,1 por ciento, por debajo de la media del sector.