La compañía Toshiba ultima la venta de su unidad de sensores de imagen a la también japonesa Sony, como parte de su reestructuración tras el escándalo contable, según informó ayer el diario Nikkei. La operación, que podría ascender a 20.000 millones de yenes (149,5 millones de euros), supondrá la cesión de las plantas de producción que Toshiba tiene en Oita, al sur de Japón, lo que pondría fin de manera efectiva a su participación en este mercado. Sony, por su parte, conseguirá afianzar su posición como líder mundial en la producción de sensores de imagen, utilizados en teléfonos inteligentes y otros equipos electrónicos con cámaras. La operación forma parte de las medidas de reestructuración puestas en marcha por Toshiba después de que este año saliera a la luz que el conglomerado industrial maquilló sus libros de cuentas de forma "sistemática" entre 2008 y 2014. La manipulación contable consistió en registrar en el ejercicio siguiente los costes del sector de infraestructuras de la empresa, así como en sobrestimar los beneficios operativos en esta rama y en las de televisores, semiconductores y ordenadores portátiles.