Para encontrar el empleo apetecido hay que marcarse un objetivo y autoevaluarseGanas de cambiar. Un deseo que invade a mucha gente, sobre todo tras la pausa estival. Hay a quien le gustaría dejar la empresa y abrir un restaurante. Hay quien querría transformar un hobby en un trabajo. Y hay quien sueña con realizar su pasión secreta. ¿Es posible cambiar y encontrar el trabajo apetecido? ¿Cuál es el perfil del puesto que ocupo? ¿Es mejor estabilidad poco pagada o un trabajo más arriesgado pero gratificante?Construir un nuevo proyecto laboral depende de la visión personal. Además de trabajar por cuenta ajena se puede optar por trabajar por cuenta propia. Septiembre es el mes de los proyectos, pero también de las buenas intenciones jamás plasmadas. ¿Cómo evitar la frustración y la desilusión, enemigas de la vitalidad?Ante todo, es necesario focalizar el objetivo. ¿Por qué quiero cambiar? ¿Cuál es en concreto el objetivo que quiero lograr? ¿Qué es para mí el trabajo y qué estoy dispuesto a sacrificar por él?La visión depende de la cultura laboral de cada cual, de la impronta que procede del ambiente en el que hayamos vivido, de la familia y del territorio. Tener un objetivo y una visión significa algo así como ser un poco visionarios, manteniendo, sin embargo, los pies bien en la tierra.La segunda fase consiste en analizar las cualidades y las debilidades personales. Se trata de hacerse una autoevaluación férrea e implacable. ¿Qué capacidades tengo? ¿Y qué conocimientos? ¿Qué tipo de experiencias puedo aportar? ¿Qué lagunas tengo que colmar lo más rápidamente posible? La autoevaluación no puede ser generosa con uno mismo, sino inflexible. ¿Cuáles son los motivos que me impulsan a cambiar? ¿Las peleas con el jefe? ¿El escaso nivel retributivo? ¿Que ya no estoy aprendiendo nada?Valores y motivaciones para cambiar se tienen que confrontar con otras alternativas. ¿Quiero más tiempo libre o más sueldo? ¿Estoy dispuesto a aceptar un trabajo temporal? ¿O, por el contrario, no aguanto la inseguridad y la movilidad? Los sueños y los deseos son el mayor resorte, pero la pereza y la tranquilidad son la tumba de la vitalidad. ¿Cuál es el capital energético del que todavía dispongo? ¿Hasta cuándo estoy dispuesto a gastarlo? La creatividad es un patrimonio genético y cultural que hay que someter a una periódica revisión y manutención.Sistema informativoEl trabajo apetecido no cae del cielo. Es necesario poner en marcha un sistema informativo en tres direcciones: la demanda de trabajo, las reglas del mercado laboral y los instrumentos más eficaces para buscar el puesto de trabajo deseado. Sueños, deseos, intereses, actitudes, competencias adquiridas se apagan ante el análisis de la demanda laboral. ¿Qué buscan las empresas? ¿Privilegian perfiles formativos y profesionales altos o bajos? ¿Es rentable añadir un master a la licenciatura o la demanda expresa una absoluta indiferencia hacia esa cualificación? ¿Cuáles son las nuevas y las viejas oportunidades formativas que hay que aprovechar?Al análisis de la demanda hay que añadir la focalización de las nuevas ocasiones que proceden del mercado laboral, las nuevas modalidades de aproximación al trabajo, así como los instrumentos contractuales previstos. ¿Hasta que punto estoy dispuesto a abaratar un trabajo que me gusta con una fórmula contractual flexible y temporal? ¿Hasta qué punto la antropología del trabajo fijo me impide arriesgarme? La seguridad es un legítimo deseo, pero, a veces, se convierte en enemiga de la propensión al riesgo. Cómo buscar empleoY por último es necesario crear una brújula también sobre las técnicas de búsqueda y de selección de personal. Para saltar de un puesto de trabajo al otro cada dos o tres años es necesario convertirse en un profesional de la búsqueda de empleo. Es decir, estar siempre disponible por capacidad, competencias y deseos de aprovechar una oportunidad en el momento en que se presente. Para eso, es indispensable conocer las técnicas de reclutamiento, así como las distintas etapas de selección a las que las empresas someten a los candidatos. Ante un exceso de oferta de personas que quieren cambiar de trabajo, hay que poner en funcionamiento los mejores recursos.Y entonces se pasa a la acción. Pero, antes, quizás sea útil intentar responder a otra pregunta: ¿candidatura o autocandidatura? O mejor, ¿elegir un trabajo o hacerse elegir para él? Para pasar a la acción y dar en la diana, el buscador de trabajo navega por Internet, participa en foros y blogs y entra en los sistemas de networking, que ofrecen informaciones y contactos.Si Internet es indispensable, no hay que olvidar las viejas listas de direcciones y las mailing list. Incluso un paseo por las sedes de las nuevas agencias de trabajo puede ser una oportunidad eficaz e instructiva.Si al final del viaje se descubre que la única alternativa al trabajo por cuenta ajena que no se aguanta es la creación de una empresa propia, hay que poner en marcha un plan de ataque, llamado business plan. Lo importante es tener la visión, porque mucha gente que desearía cambiar y encontrar un trabajo diferente no tiene las ideas demasiado claras y, a menudo, ni siquiera sabe lo que quiere.