La CNMC avisa que desautorizará precios que excedan al coste incurrido en el servicioNo habrá barra libre a costa del ciudadano en los cajeros automáticos para ganar rentabilidad. Si bien el decreto ley del Gobierno no topa la comisión a cargar por el dueño del terminal al banco emisor de la tarjeta, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) fijó ayer una línea roja al advertir que el precio cobrado no podrá exceder "el coste" real de la prestación del servicio. El organismo traslada a los cajeros las reglas aplicadas por los organismos de Competencia, europeos y nacionales, para los pagos con tarjeta. Hasta que la ley de 2014 fijó límites a las tasas interbancarias utilizadas en operaciones con lectores de tarjetas en comercios (TPV), los sistemas (Servired, 4B y Euro 6000) debían justificar y sujetar sus tarifas a los gastos incurridos (mantenimiento, costes de interconexión y derivados de las cámaras de compensación e, incluso, fraude). El organismo presidido por José María Martín Quemada tiene la llave para filtrar los precios, toda vez que la Ley le mantada para vigilar las decisiones y pactos o alianzas que establezca las entidades y emitir su valoración -positiva y negativa, con sugerencias de corrección- en un informe anual. Para asumir las competencias, la CNMC creará un grupo de trabajo que evacuará el primer estudio en el primer semestre. El organismo alertó por otro lado del riesgo de expulsión de rivales y merma de la competencia que introducirán las comisiones en cajeros. "Podrían dificultar el aceso de clientes de entidades sin redes propias o con redes de dimensión limitada", denunció. La banca las justifica para privilegiar a clientes y sufragar su inversión en cajeros, descartando que sea una medida recaudatoria. Pero la tasa puesta por La Caixa y que barajaba seguir BBVA y Santander, perjudica sobre todo a entidades sin red o con una escasa instalación de terminales (ING Direct, Evo Banco, Banca March o Bankinter, principalmente).