El Gobierno ha decidido repartir 202 millones de euros para fomentar la eficiencia y el ahorro energético a partir de los fondos recaudados a las empresas comercializadoras de energía para nutrir el Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) durante este 2015, en el que se dispondrá de casi 244 millones, contando con un remanente de 37 millones de 2014. Irán destinados a cinco líneas diferentes; las tres primeras son ampliaciones de actuales líneas gestionadas por el IDAE. A la rehabilitación energética de los edificios le corresponde la parte del león, 82 millones de euros. Se dirigen a inmuebles de empresas arrendatarias, explotadoras o de servicios energéticos, así como edificios o viviendas que no tengan cabida en el actual Programa Pareer-Crece, dotado con 200 millones. Apoyará actuaciones con un coste de 30.000 a cuatro millones. La industria recibirá 66 millones, que se suman a los 49 otorgados con cargo al FNEE del año pasado, ante el gran número de solicitudes recibidas: han superado en un 25 por ciento los fondos disponibles. Se cubre hasta un 30 por ciento del coste elegible y las empresas pueden aprovechar los fondos tanto para mejorar la tecnología de los equipos como para implantar procesos de gestión energética. Al alumbrado municipal se le otorgan 29 millones, a añadir a los 36 millones con cargo al presupuesto del FNEE de 2014. Se usarán en préstamos sin interés para las entidades locales. Dos líneas adicionales Hay dos nuevas líneas que recalarán en la gestión del ciclo integral del agua, con especial hincapié en la desalinización, y en los sistemas ferroviarios. En el primer caso, dotado con 12 millones, además de la desalinización, apoyará actuaciones de potabilización, abastecimiento y depuración, pero las grandes beneficiarias serán las 300 desalinizadoras de las islas Canarias, que podrán ahorrar hasta un 20 por ciento de energía que consumen. En el segundo caso, los sistemas ferroviarios contarán con un presupuesto de 13 millones, orientados a aumentar la eficiencia de la recuperación de energía en la frenada de los trenes, entre otros aspectos más comunes, como la iluminación de túneles, andenes, galerías, etc.