madrid. Alianza de libro. El grupo Sánchez-Ramade, segunda compañía andaluza tras Abengoa, quería diversificar su actividad y le seducía el mundo de la financiación al consumo, donde el Santander es uno de los grandes jugadores. Los dos grupos han ligado fuerzas y el fruto de su entendimiento es una sociedad intermediaria, participada al 50 por ciento por ambos, que ofrecerá a los innumerables clientes del conglomerado cordobés los productos de activo del Santander Consumer Finance. Es decir, SRS Financiera, que así se denomina la sociedad, permitirá, por ejemplo, a quien compre un electrodoméstico en la cadena Urende, propiedad del holding andaluz, financiarlo con un préstamo, crédito o a través de tarjetas del Santander Consumer Finance.La empresa inició su andadura a finales de marzo, al mando de Matías García, ex ejecutivo de Banco Cetelem y Grupo Conecta. Y su primer cometido es facilitar financiación en las 23 tiendas que tiene la enseña Urende distribuidas en toda España y en sus 21 concesionarios de automóviles. A "medio plazo" irrumpirá también en las filiales informáticas Diasa y Diasoft, en la firma Cinesur, que gestiona 160 salas de cine, y en la promotora y constructora Noriega, desveló ayer el grupo andaluz. Hechos los primeros números, se espera que SRS Financiera alcance este año los 150 millones de euros de volumen de negocio y 300 millones en cinco años. Para el grupo Sánchez-Ramade supone un paso lógico en el desarrollo del holding. El crecimiento del negocio en sus filiales le animó a sumar otra empresa para cubrir las necesidades de financiación de sus clientes, atendidas hasta ahora por varias entidades en sus múltiples establecimientos. Y el Santander Consumer Finanza, que tiene innumerables acuerdos de financiación con cadenas como Eroski, Ikea o Adolfo Domínguez, estrecha la alianza con un viejo socio. No es la primera vez que gesta sociedades intermediarias como la fundada con el grupo cordobés, pero tampoco es el acuerdo más usual para ofrecer sus soluciones financieras.Por otra parte, el grupo Santander invirtió el año pasado 92 millones de euros en proyectos de Responsabilidad Social Corporativa, un 1,47 por ciento de los 6.220 millones record que ganó en el año.