Como paso previo, la UE rebajará las tarifas en itinerancia la próxima primavera El fin del roaming europeo es lo más parecido al cuento de nunca acabar. Durante al menos diez años se ha venido debatiendo un asunto en el que el interés de los operadores de telecomunicaciones ha tenido más fuerza que el de los ciudadanos. Sin embargo, todo apunta a que la fecha de caducidad de los cargos adicionales por las llamadas continentales será por fin definitiva. Según ha decidido el consejo de la Unión Europea, el próximo 1 de junio desaparecerá para siempre el sobreprecio que aplican los operadores de móviles en sus tarifas cuando las llamadas se realizan en un país europeo ajeno al propio. Los sucesivos retrasos en esta medida responden en gran parte a la presión de las grandes compañías de telecomunicaciones sobre la UE. Según explican fuentes del sector, los grandes operadores de telefonía han persuadido en numerosas ocasiones a los organismos comunitarios, ya que los planes de inversión en fibra óptica y 4G de las telecos podían verse afectados por los menores ingresos en el tráfico internacional. Ahora, ese discurso ha perdido fuerza y los ciudadanos europeos podrán realizar sus llamadas o navegar con datos móviles en sus desplazamientos europeos como si lo hicieran en su propio país. Pese a lo anterior, desde 2007 hasta la fecha se han producido rebajas en las llamadas de roaming, SMS y los datos se han reducido en un 80 por ciento, mientras que el precio de la itinerancia de datos es ahora hasta un 91 por ciento más barato en comparación con 2007. A modo de aperitivo, a partir de abril de 2016, el roaming será más barato que el actual: los operadores sólo podrán cobrar una pequeña cantidad adicional de 0,05 euros por minuto en las llamadas realizadas, 0,02 euros por cada SMS enviado, y 0,05 euros por MB de datos (sin IVA). Lo anterior representa una rebaja del 75 por ciento que las tarifas actuales. Neutralidad de la red Por otra parte, la UE ha consagrado de forma definitiva el principio de neutralidad de la red en la legislación comunitaria. Eso significa que los usuarios tendrán la libertad de acceder a los contenidos de su elección, sin sufrir bloqueos o retardos por no realizar pagos, o por acceder a unos servicios en lugar de otros. "No habrá porteros para decidir lo que se puede y no se puedo acceder. En la Internet abierta, todo el tráfico será tratado por igual, salvo excepciones relacionado con la seguridad o la pornografía infantil", según informa la CE a través de un comunicado. Asimismo, la UE también ha establecido las bases legales para que exista una uniformidad en la gestión del espectro de alcance continental, con vistas al desarrollo del denominado Mercado Único Digital.