E l sector energético puede presumir de ser uno de los más inquietos y entusiastas a la hora de aplicar la I+D a sus procesos. Dos factores o incluso tres empujan en ese sentido: la optimización de los recursos energéticos, el descubrimiento de nuevas fuentes y modos de producción y también la preocupación creciente por un mundo mucho más limpio. Todo lo anterior no impide que compartan titulares en los periódicos pioneras técnicas de extracción de gas y petróleo -a veces también polémicas- como es el fracking con una revolución de las energías renovables o el autoconsumo energético. Pedro Linares, uno de los directores de Economics for Energy, una asociación sin ánimo de lucro que estudia distintos aspectos relacionados con el sector en nuestro país, indica que "vamos hacia un cambio de paradigma, a un modelo energético en el que el consumidor, y no el generador o el transportista, pasa a ser el centro de la actividad". Según explica, se trataría de "un modelo con mucha mayor participación de la generación distribuida y de la eficiencia energética, en el que al fin las utilities tradicionales evolucionan hacia empresas de servicios energéticos ofrecidos al consumidor de forma personalizada". Cambio de paradigma Aunque es algo de lo que ciertamente se viene hablando desde hace muchos años, según Linares parece que ya podemos empezar a poner fecha a ese cambio de paradigma: "Como ya indicábamos en nuestro informe de 2011, las oportunidades para la eficiencia energética son muy abundantes y están por explotar. De hecho, no hace falta esperar a que baje el precio de los paneles solares para poder aprovechar las oportunidades de gestión a nivel distribuido". Indica, no obstante, que sería necesario para dar un impulso a ese proceso lo que él llama un cambio cultural tanto en las utilities tradicionales como en los consumidores. Por otro lado, haría falta una mayor financiación y encontrar la manera de hacer estas inversiones atractivas para consumidores y financiadores. "El tercer elemento fundamental es la regulación porque para que este modelo llegue antes que después hace falta que la regulación se vaya adaptando", señala en el blog de esta institución. El sector energético se enfrenta a un nuevo entorno. En ese nuevo marco entran iniciativas como la que va a emprender Apple, que ha anunciado que invertirá 750 millones de dólares en una planta de energía solar con la que autoabastecerse de energía eléctrica. Lo que les sobre, se lo venderán a la empresa que provee de electricidad al norte de California, Pacific Gas & Electric (PG&E). A nivel particular, también el autoconsumo quiere llegar a los hogares de la mano de las baterías Tesla, de Elon Musk, con las que las familias y las pequeñas empresas podrían reducir y mucho la factura de la luz y la dependencia de las compañías tradicionales., aunque los reguladores en España dificulten su puesta en marcha. Más investigación En paralelo, la I+D aplicada al sector energético tiene en los laboratorios a sus grandes aliados. Entre otros muchos ejemplos, podemos citar el proyecto que ha desarrollado un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, financiado por la Fundación Ramón Areces. Francisco Javier Lafuente lidera ese trabajo, que busca desarrollar una nueva generación de nanoestructuras para eliminar gases de efecto invernadero. "Existe un amplio interés en el desarrollo de materiales adsorbentes avanzados que presenten mejores características que los materiales convencionales y que incorporen funcionalidades adecuadas para cada contaminante específico", explica Lafuente. En opinión de Fernando Ferrando, experto en energías renovables y eficiencia energética, "la nueva cultura de la energía está basada en el empoderamiento de los consumidores. La cobertura de las necesidades energéticas bajo criterios de responsabilidad y la consideración del acceso universal a la energía deben ser los pilares del futuro", añade. A su juicio, la realidad energética actual obliga a introducir un cambio drástico en el modelo energético hacia la descarbonización, la eficiencia energética, las energías renovables y la electrificación de la demanda.