La mayoría de medios coinciden en las consecuencias negativas de la independencia"El dolor de España", así se refería la CNBC, una de las principales cadenas financieras a este lado del Atlántico, a la votación que tuvo lugar ayer en Cataluña. Una jornada que, según explicaba el Financial Times, podría desencadenar una "inestabilidad financiera", especialmente para el sector bancario. Aún así, The New York Times señalaba en una pieza de alcance, donde explicó al público estadounidense el complicado contexto de la jornada electoral, que muchos analistas estiman que, con independencia del resultado definitivo de la jornada electoral de ayer, el sentimiento independentista podría calmarse de cara a las elecciones generales del próximo diciembre. Mayor poder fiscal "Gane quien gane, los expertos apuntan que el próximo Gobierno comenzará a negociar una mayor autonomía y otorgará un mayor poder fiscal a Cataluña". "El contexto es difícil que produzca grandes cambios dado que tres de los cuatro partidos políticos más grandes que se enfrentarán en las elecciones generales de España favorecen la unión del país", argumentan los analistas de Rabobank en un informe. De hecho, la CNBC recordaba a su audiencia que la independencia de Cataluña es "ilegal" bajo el marco de la actual Constitución Española, de ahí que pueda producirse un acercamiento algo más edulcorado a la hora de conseguir más poderes para la región del Gobierno central. En Alemania, Die Welt dejaba claro que el Gobierno español cuenta con un instrumento jurídico, como es el artículo 155 de la Constitución Española, que le permite "tomar las medidas necesarias para obligar a una región autónoma a cumplir sus obligaciones en el sentido del bien común". Por su parte, en Francia, Le Monde señalaba que el resultado electoral en Cataluña "también supone riesgos para la Unión Europea". El rotativo galo explicaba que los independentistas catalanes consideran que la UE no expulsará a "una de las regiones más ricas del sur de Europa". Sin embargo, desde la Comisión Europea se ha dejado claro reiteradamente que "si un Estado miembro deja de ser parte de éste y se convierte en un Estado independiente, los Tratados no se aplicarían a ese territorio".