Mathias Müller, consejero delegado de Porsche, se perfila como sustituto de Martin WinterkornEspaña pide explicaciones a la compañía alemana y solicita que Europa actúe de forma conjuntaLa primera cabeza en rodar tras el escándalo de Volkswagen ha sido la del máximo responsable de la compañía. El presidente ejecutivo del gigante automovilístico, Martin Winterkorn, anunció su dimisión ayer por la tarde tras el escándalo de las emisiones en Estados Unidos y después de que el diario Frankfurter Allgemeine desvelera que el software utilizado para falsear los exámenes ambientales de los vehículos lleva diez años en uso, desde 2005, cuando la industria automovilística alemana, incluyendo Volkswagen, Mercedes-Benz, Audi y BMW presentó una modernización de sus motores diésel para presentarlos como un combustible atractivo en EEUU, un país con una clara predilección por la gasolina. "Volkswagen necesita empezar de cero... Con mi dimisión, estoy allanando el camino para ello", reconoció en un comunicado con el que hizo pública su renuncia el hasta ahora presidente. Winterkorn llevaba ocho años en el cargo y la primavera pasada salió reforzado de una lucha interna de poder con el patriarca de la empresa, Ferdinand Piëch. Tras destaparse el viernes que Volkswagen manipuló el software de sus vehículos para superar las normas ambientales de EEUU, Winterkorn se mostró dispuesto a continuar en el cargo, pero a pesar de su fama de hombre fuerte, en esta ocasión no ha podido resistir la presión de la crisis, que ha sido calificada por la prensa alemana como "el escándalo del año" y que supone el mayor aprieto en la historia de la compañía. "Acepto la responsabilidad por las irregularidades halladas en los motores diésel y, por ello, he pedido al consejo de supervisión que apruebe mi cese en funciones como consejero delegado del grupo Volkswagen", afirmó Winterkorn tras la reunión del Consejo de Supervisión de la compañía alemana. No obstante, subrayó también que no ha hecho "nada malo" y que abandona su cargo "por el interés de la empresa". La directiva manifestó su "respeto" por la dimisión de Winterkorn y aseguró que se está investigando a fondo el caso. "Todos los participantes en este procedimiento, que ha dado lugar a un daño inconmensurable para Volkswagen, estarán sujetos a las consecuencias", advirtieron los miembros del Consejo, que ofrece colaboración total con la Fiscalía alemana ante una posible investigación y quiere centrarse ahora en resolver el caso y recuperar la confianza de los clientes. El nombre de Mathias Müller, consejero delegado de Porsche, suena ahora con fuerza para ocupar la presidencia ejecutiva de Volkswagen, aunque el sucesor definitivo de Winterkorn no se conocerá oficialmente hasta mañana viernes. Aún no está claro, sin embargo, hasta qué punto el ya ex presidente ejecutivo del mayor fabricante de automóviles del mundo conocía la manipulación de las emisiones en EEUU. En su carta de renuncia, se muestra sorprendido: "Por encima de todo, estoy asombrado de que una conducta de tal magnitud fuese posible en el Grupo Volkswagen". Tras la dimisión, las acciones de Volkswagen se recuperaron ayer ligeramente -subieron al cierre un 5,19 por ciento, hasta 111,50 euros- después de haber perdido un 34,7 por ciento de su valor entre el lunes y el martes. Por otro lado, y frente a las investigaciones anunciadas en otros países, en España el Gobierno ha mantenido hasta ahora una política de prudencia, teniendo en cuenta, sobre todo, que el país se juega una inversión de 4.500 millones de euros en las plantas que Volkswagen tiene en las fábricas de Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona). Ayer, sin embargo, el ministro de Industria, José Manuel Soria, se puso con contacto con el vicepresidente mundial del grupo alemán, Francisco Javier García Sanz, para expresar por carta su preocupación por el caso y "solicitar toda la información necesaria para determinar el alcance del problema". Soria pidió a García Sanz que el fabricante detalle cuántos vehículos de los 11 millones afectados en todo el mundo han podido ser vendidos en el mercado español, al margen de explicar también todas las acciones que vaya a llevar a cabo para solucionar el caso. El Ministerio de Industria es la autoridad nacional encargada de las homologaciones de los automóviles, pero en el caso de Volkswagen sólo se llevan a cabo las de Seat, una de las marcas del grupo, porque del resto se encarga Alemania. Investigación conjunta Soria remitió también una carta a la comisaria europea del Mercado Interior e Industria, Elzbieta Bienkowska, explicando que para España el asunto debe ser tratado de una manera conjunta en Bruselas para identificar las acciones que se han de tomar. Soria se suma así a las peticiones de otros países, como Francia o Italia, y propone a la comisaria que "con carácter de urgencia se organicen todas las reuniones necesarias para que todos los Estados miembros, junto con la comisión, puedan analizar la información disponible y valorar las posibles acciones". La petición se produce después de que Bruselas haya dicho ya que va a convocar una reunión para coordinar las acciones de los Estados, que son los que tienen las competencias, y mientras se extiende la sospecha sobre el resto de marcas.