El futuro del presidente, cuyo contrato finalizaba en 2016, está todavía en el aireEl escándalo sobre la manipulación de las emisiones de CO2 del gigante automovilístico Volkswagen ya ha hecho mella en sus títulos bursátiles. Desde el lunes, las acciones de la compañía arrastran una caída del 34,7 por ciento y su capitalización bursátil se sitúa en 59.320 millones de euros, lo que supone 27.852 millones menos en dos días. Los títulos cerraron ayer con una caída del 19,82 por ciento, hasta los 106 euros, después de que el gigante de la automoción anunciase la provisión de 6.500 millones de euros y un profit warning sobre sus resultados del tercer trimestre. Sin embargo, los inversores internacionales no sólo castigaron a Volkswagen por su falseamiento de emisiones, sino que la desconfianza se expandió a otras compañías del sector, que vieron cómo sus títulos registraban fuertes descensos, aunque no al nivel de la alemana. En este sentido, el mayor perjudicado fue la francesa PSA Peugeot-Citroën cuyos títulos bajaron un 8,76 por ciento. Le sigue otra firma gala, Renault, cuyas acciones registraron un descenso del 7,12 por ciento durante la jornada de ayer. La tercera mayor caída fue la de la alemana Daimler (propietaria de Mercedes-Benz y Smart) que vio cómo sus títulos se desplomaban un 7,02 por ciento durante el día de ayer. Paralelamente, le siguen la italiana Fiat y la alemana BMW, con descensos del 6,21 y del 6,02 por ciento, respectivamente. El presidente no dimite A la espera de la evolución de los acontecimientos, el presidente de la compañía, Martin Winterkorn, de 68 años, admitió ayer que "las irregularidades en los motores diésel de nuestro consorcio contradicen todo lo que apoya Volkswagen". Winterkorn aseguró no tener "en este momento todas las respuestas a todas las preguntas", pero prometió "una explicación transparente y rápida y volver a hacerlo bien". El directivo no piensa, sin embargo, en dimitir, al menos de momento. Y eso que el escándalo ha hecho aumentar la presión para que abandone su cargo. Su contrato actual expira a finales de 2016 si bien este viernes iba a extenderse hasta 2018, después de un año muy agitado. En abril, la compañía sufrió una polémica crisis interna de liderazgo: Ferdinand Piech, al frente del mayor fabricante de automóviles de Europa durante más de dos décadas, fue obligado a salir como presidente de VW por sus críticas a Winterkorn, quien fue respaldado por otros actores y miembros de la familia tras un culebrón que duró meses y tuvo un gran eco mediático en Alemania. Tras los últimos acontecimientos ya no está claro si el consejo de Volkswagen todavía apoya a Winterkorn. La crisis ha disparado una actividad agitada entre bastidores en Wolfsburg, Hannover y otros centros de poder. "Hay varias reuniones de crisis en curso", asegura un alto directivo citado por la agencia de prensa alemana DPA. El diario alemán Tagesspiegel publicaba ayer que Winterkorn será sustituido el viernes por el presidente de Porsche, Matthias Müller, en la reunión que mantendrá la junta directiva y que debía servir precisamente para revalidar el liderazgo del actual presidente, pero Volkswagen desmintió la información. Lo cierto, sin embargo, es que cada vez son más las voces que piden la dimisión de Winterkorn en un país, Alemania, muy poco tolerante con las malas prácticas en los puestos de poder. Según un análisis de Der Spiegel, las posibilidades de Winterkorn de permanecer en el cargo dependerán de lo que salga a la luz en la investigación, aunque es posible que la firma le dé la oportunidad de aclarar el asunto e identificar a los responsables.