Registra la mayor caída de la jornada y vuelve a quedarse por debajo del euro por acciónEl mercado sigue castigando a Abengoa por la falta de concreción en la operación de ampliación de capital por 650 millones de euros que anunció el pasado 3 de agosto, poco después de afirmar que no pensaba hacer una operación semejante. Ayer se dejó un 9,3 por ciento en el parqué, la mayor caída de todo el selectivo Ibex 35, que en una jornada bajista se dejó un 2,5 por ciento. La acción cerró a 0,912 euros, nivel que había conseguido superar a mediados de agosto, tras haber perdido un 48 por ciento de su valor en un puñadito de jornadas. La caída de ayer, en cualquier caso, acentúa el descenso que experimentó anteayer, del 3,5 por ciento, provocado por el anuncio de Moody's de que se estaba planteando empeorar la calificación crediticia de la empresa, actualmente en B2, por la debilidad del rating y, sobre todo, por las dudas que empieza a despertar la citada ampliación de capital. Si Abengoa se ha caracterizado tradicionalmente por dibujar ondas con relativa frecuencia, éstas se han convertido en auténticas rampas de subida y de bajada a medida que se han ido conociendo detalles de la situación financiera de la compañía. Según ha informado elEconomista, además de la ampliación de capital, que comienza a tardar demasiado en concretarse, Abengoa ha decidido acelerar su plan de desinversiones, de 500 millones, porque afronta vencimientos de deuda hasta junio del año que viene que ascienden a 1.900 millones. La familia Benjumea, máxima accionista de la empresa, está de gira tratando de convencer a grandes fondos de inversión internacionales para que participen en la ampliación. Este tipo de encuentros hay que llevarlos con mucha discreción, puesto que una fuga de información puede alterar la cotización de la empresa, más aún cuando ésta es volátil. Desmentido de Blackstone Uno de los desencadenantes del desplome de ayer fue el desmentido que Blackstone, uno de los fondos de inversión que la compañía intenta seducir, hizo durante la jornada: en contra de lo que se ha publicado en algunos medios, no está interesado en invertir en la empresa, según ha informado Europa Press. Uno de los principales problemas que están encontrando los Benjumea para captar nuevos socios es la estructura de las acciones. La familia controla la empresa mediante las acciones de Abengoa A, que no cotizan en bolsa y tienen 100 veces más derechos de votos que las acciones de Abengoa B, que son las que cotizan en el parqué. Los Benjumea no quieren perder el control de la empresa, pero eso hace más difícil captar socios.