La petrolera venezolana tiene cuatro refinerías en Houstonnueva york. "El peligro más serio del planeta es el Gobierno de Estados Unidos... sus ciudadanos están siendo gobernados por un asesino, un genocida y un loco", con estas palabras, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez describía a su homólogo estadounidense George Bush frente a un grupo de empresarios en Caracas. Un ejemplo del cariño que ambas administraciones se profesan... Pero si dejan a un lado las tirantes relaciones políticas, existe un elemento crucial que une a ambos países para lo bueno, pero también para lo malo. En Houston, la capital estadounidense del petróleo, se erige la sede de Citgo Petroleum, una de las refinerías más grandes de Estados Unidos. La peculiar circunstancia que rodea a la petrolera es que pertenece desde 1986 a Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA), una compañía estatal controlada por Chávez. Ese mismo año, Venezuela adquirió el 50 por ciento de Citgo y cuatro años más tarde compró la otra mitad a Southland, conocido por ser el propietario de la cadena de tiendas 7-Eleven.Refinerías a la venta La filial de PDVSA posee un total de cuatro refinerías en Estados Unidos y dos plantas de asfalto que le permite una capacidad diaria de procesamiento estimada de 756.000 barriles de crudo. Además opera de forma conjunta desde 1993 con Lyondell Chemical Co. una refinería que produce al día cerca de 265.000 barriles, pero que ambas compañías han puesto a la venta. "No nos provee ni un céntimo de beneficios. No paga los impuestos en Venezuela. Esto es imperialismo económico", protestaba Chávez sobre la refinería en cuestión. Entonces, ¿por qué ese empeño por mantener su presencia en EEUU?Llave políticaMuchos ven Citgo como la llave política con la que Chávez puede abrir y cerrar puertas en Estados Unidos. Los más apocalípticos aseguran que sólo es necesario que el presidente de Venezuela ordene el cierre durante tres meses de sus refinerías estadounidenses para destruir la economía del país. Los menos alarmistas, por contra, creen que la capacidad de hacer la vida imposible a Bush supondría también el propio naufragio de Chávez.Pese a las continuas sospechas sobre un posible recorte o interrupción de suministro petrolero a Estados Unidos, lo cierto es que mediante su presencia en Citgo el presidente Chávez ha sabido avergonzar a Bush en momentos cruciales.Sólo hace falta considerar la cantidad de más de 150 millones de litros de petróleo a bajo coste con la que Chávez agració a 181.000 familias del noreste de Estados Unidos para que pudieran afrontar el crudo invierno sin tener que someterse al escarnio de facturas desmesuradas. Unos descuentos que han sido valorados en 29,5 millones de dólares. Toda una bofetada para Bush que Citgo fuera la única refinería que respondiera a la llamada de ayuda que una docena de senadores hicieron entre las diez grandes compañías petroleras para que donaran parte de su récord de beneficios para ayudar los más necesitados del país. Desde el Departamento de Estado, Adam Ereli, agradecía este detalle de una "compañía americana" y el presidente Bush reconocía por escrito que las enormes ayudas que Citgo realizó el pasado verano para amortiguar el azote de los huracanes Katrina y Rita, "demuestran la gran fortaleza de nuestra nación". Hegemonía venezolanaCuriosamente, la compañía, con cerca de 13.500 estaciones de servicio repartidas por el país, había experimentado el año anterior grandes cambios que remarcaban la hegemonía venezolana. Después de décadas en Tulsa, Citgo traspasó su base a Houston, una operación millonaria que se aprovechó para sustituir la mesa directiva. A la espera de nuevos acontecimientos, Citgo es una compañíapetrolera americana con un marcado acento venezolano, que puede solidarizarse con los estadounidenses o dar quebraderos de cabeza a su Gobierno.