Los beneficios de la unión de las firmas supondrían más de 26.500 euros al añoPese a que el trío de ases automovilísticos de Detroit, Ford, General Motors y en cierta medida Fiat Chrysler Automobile sorprendieron con sus ventas en agosto, la industria sigue enfrentando importantes retos. "Existe un exceso de capacidad que incrementa la presión sobre los precios y limita enormemente los beneficios", explica Richard Hilgert, analista de Morningstar. Es por ello que Sergio Marchionne, el capitán del fabricante italoestadounidense, sigue insistiendo en su idea de casar a su hermoso doncel con General Motors. Una propuesta lejos de cuajar en los oídos de Mary Barra, la guardiana que vela por el bienestar del tercer fabricante mundial de automóviles, sólo por detrás de Toyota y Volkswagen. En una entrevista con la revista Automotive News, Marchionne insistió de nuevo en su propuesta de fusión con GM, a pesar de la negativa del principal fabricante estadounidense de automóviles de considerar la idea. Marchionne aseguró que los mercados de capitales no van a seguir ignorando la posibilidad de la fusión ante lo que calificó de "cambios de magnitud de un cataclismo en rendimiento". El empresario italo-canadiense explicó que ha realizado un análisis "producto por producto, planta por planta, área por área" y que los beneficios económicos se sitúan entorno a 30.000 millones de dólares (26.541 millones de euros) al año. Un plan que para el que fuera el mandamás de Chrysler, Tom LaSorda, tiene todo el sentido. De hecho, en 2008, en pleno azote de la crisis que provocó la Gran Recesión, LaSorda sopesó junto al por entonces consejero delegado de GM, Fritz Henderson, una propuesta similar, donde ambos barajaron los beneficios de un futuro común. Ahorro de costes En declaraciones al rotativo Detroit Free Press, el que fuera máximo directivo de Chrysler insistió en que ambas automotrices podrían ahorrarse una gran cantidad de dinero a través de un desarrollo de producto conjunto y la posibilidad de compartir sistemas, como motores o transmisiones. LaSorda citó la alianza entre Renault y Nissan, liderada por Carlos Ghosn como un ejemplo perfecto que ha generado una importante rentabilidad a ambas compañías. Barra y el consejo de administración de GM se han negado a considerar la fusión con FCA entre otras razones porque, como dijo la consejera delegada en junio, el fabricante, que también salió de la quiebra en 2009 tras reestructurar sus operaciones, "está fusionándose consigo mismo". Un argumento que sigue sin convencer a Marchionne, quien incidió que "una compañía con 107 años de historia no tiene que fusionarse consigo misma". En los últimos meses, Marchionne ha defendido a idea de la fusión con GM a pesar de que éste se ha negado a considerar la idea. "No quieren escuchar. Y ese tipo de negativa abyecta no lo van a entender los mercados de capitales", señaló el capitán de Fiat Chrysler Automobile. Sin embargo, como explicó LaSorda, Marchionne lo va a tener muy difícil para poder forzar a GM a dar cualquier tipo de paso que apoye un acercamiento entre ambos fabricantes automovilísticos.