El pasivo financiero neto de la compañía se reduce en seis meses un 9,28%Abengoa deberá afrontar hasta el año 2020 vecimientos de deuda con las entidades de crédito por un importe de 1.886 millones de euros, según consta en los últimos informes remitidos por la compañía a la CNMV. Excluida la financiación de proyectos, y teniendo en cuenta por lo tanto sólo la deuda corporativa, tan sólo en el segundo semestre de este año deberá devolver a los bancos 348,6 millones. A partir de ahí, el próximo ejercicio vencen 313 millones de euros; en 2017 otros 207,2 millones; en 2018 el imorte se dispara hasta 571,4 millones y en 2019 quedan pendientes por último 409 millones. Aún así, la compañía ha conseguido recortar la deuda financiera neta en los seis primeros meses del año un 9,2 por ciento, lo que equivale a la amortización de 671 millones de euros. A 31 de diciembre de 2014, el pasivo era de 7.225 millones y a 30 de junio de este año se había reducido así a 6.554 millones. La deuda bruta, sin tener en cuenta la tesorería, también se ha reducido, aunque algo menos, al pasar de 10.076 millones el año pasado a los 9.804 millones del cierre del primer semestre. La compañía destaca, en este sentido, que el endeudamiento total se ha reducido en 3.120 millones de euros en menos de un año, teniendo en cuenta que en septiembre de 2014 alcanzaba los 12.924 millones. Para seguir reduciendo su nivel de apalancamiento, la empresa controlada por la familia Benjumea ha presentado un plan de desinversiones por valor de 500 millones de euros junto al anuncio el pasado 3 de agosto de una ampliación de capital por 650 millones. El problema de los Benjumea y del resto de familias que conforman el núcleo duro de la compañía -controlan el 57 por ciento del capital a través de la sociedad Inversión Corporativa- radica en que el desplome de la acción está dificultando cada día que pasa la operación. Abengoa ha perdido desde que se anunció la ampliación un 64,3 por ciento y su capitalización en el mercado ha quedado reducida a 736,6 millones de euros. Ayer el título volvió a desplomarse otro 5,19 por ciento -fue el segundo que más cayó, sólo por detrás de Gamesa-hasta 0,73 euros. Con este nuevo descenso, la ampliación que Abengoa pretende llevar a cabo equivale ya así al 88,3 por ciento de su valor en el mercado y eso es algo que, según todos los expertos y analistas consultados, no parece nada fácil. Los planes se mantienen Desde la compañía insisten, sin embargo, en que "seguimos trabajando con bancos e inversores internacionales en el proceso de ampliación, que se va a realizar por el importe inicialmente anunciado". La ingeniería andaluza considera que la caída en Bolsa de la acción "es la reacción del mercado a la revisión de la previsión de generación de caja para el año 2015 y al anuncio de la ampliación de capital". En Abengoa siguen así convencidos de que la ampliación representa "una mejora crediticia importante que debería ayudar a la normalización de la acción".