Bankia quiere mantener bajo control los costes para elevar la rentabilidad en los próximos años ante las dificultades de gestión que se producirán por la bajada de los tipos de interés a mínimos históricos. La entidad se ha comprometido a reducir este año los gastos de explotación entre un 3 y un 4 por ciento, nivel que ha registrado hasta junio. Y ha avanzado que su objetivo es que esta partida no crezca en los siguientes dos o tres ejercicios. El consejero delegado, José Sevilla, explicó en la última reunión con analistas que la intención es que en 2016, al menos, los costes se mantengan planos o se reduzcan en un 1 por ciento. El grupo pretende ser la entidad española más eficiente. Para ello necesita mantener a raya los gastos después de haber realizado su ajuste. No descarta para ello llevar a cabo alguna externalización de servicios adicional a las ya ejecutadas. La eficiencia de Bankia se sitúa en el 41,5 por ciento. Es decir, que para ingresar 100 euros, gasta 41,5. En el último semestre esta variable ha mejorado, en su caso, sustancialmente. En diciembre se encontraba por encima del 43 por ciento. Este ratio es uno de los ejes de su plan estratégico 2012-2015. Y se encuentra ya por debajo del objetivo prefijado. En el próximo proyecto a tres años, en el que la cúpula ha empezado a trabajar, la eficiencia será también un punto clave, porque la idea es que la rentabilidad pueda situarse de manera sostenible por en torno al 10 por ciento con el fin último de devolver todas las ayudas públicas recibidas. Otro de ellos, será la definición de una política de dividendos clara para sus accionistas. El Estado tiene un 63 por ciento de su capital.