El ajuste afecta al 21% de la plantilla y se comenzará a negociar en septiembre Los peores presagios de los sindicatos se confirmaron ayer a través de un comunicado oficial de Vodafone España en el que se informa de un ajuste laboral que afectará a 1.300 trabajadores, el 21 por ciento de la plantilla. El mayor coste de la regulación golpeará a los empleados de Ono, que verán como causan baja 780 profesionales (de un total de 2.500 trabajadores), mientras que los de Vodafone España sufrirán otros 520 puestos (de una plantilla de 3.700 empleados). Por todo lo anterior, el grupo que dirige Antonio Coimbra iniciará dos procedimientos de despido colectivo que comenzará a negociarse con los representantes sindicales a partir del próximo 1 de septiembre. Como es preceptivo, el periodo de consultas se prolongará durante un mes, por lo que en octubre deberán fijarse las condiciones, criterios de aplicación y el calendario de ejecución del ajuste. Como anticipo a las negociaciones, Vodafone España reconoce que su punto de partida arranca con la "voluntad inequívoca de alcanzar con la representación social el mejor acuerdo posible tanto para los empleados como para ambas empresas". El mismo comunicado apunta que "los procedimientos forman parte del proceso de integración de las estructuras de Vodafone y Ono. Esta es la última de las fases y llega tras la definición de las líneas directivas de todas las áreas de la empresa". Durante los últimos meses, Vodafone España ha realizado el ajuste en sus puestos directivos y mandos intermedios, por lo que tras la vuelta de agosto se espera el recorte más importante, tal y como ya se temían los representantes sindicales desde la pasada primavera. El solapamiento de puestos y la crisis son los motivos de los despidos colectivos. En concreto, según indica Vodafone en el referido comunicado, "entre los motivos que justifican los Procedimientos de Despido Colectivo se incluyen, además de las redundancias generadas por la integración de ambas organizaciones, la caída de ingresos y de ebitda de ambas compañías en los últimos años, acompañada de una fuerte inversión en redes de nueva generación, que exige mayores niveles de eficiencia". Las mismas fuentes justifican que "el ajuste de plantilla es un paso necesario dentro del plan de integración y forma parte de las iniciativas abordadas para lograr que la organización resultante sea eficiente y competitiva". Aumento de eficiencia El argumentario de Vodafone para justificar los despidos es similar al de otros procesos de reducción de plantilla, aunque en su caso viene agravado por la presión comercial que ahora afecta al conjunto del negocio: "Las iniciativas diseñadas para ganar en competitividad están estrechamente relacionadas con los proyectos orientados a incrementar la eficiencia y reducir costes, entre los que se incluyen: el uso de la red de fibra de Ono en la transmisión de la red móvil de Vodafone, la migración de los Clientes de móvil de Ono a la red de Vodafone, la optimización del Canal de Distribución, el esfuerzo sostenido para reducir los Costes Operativos, las ganancias de eficiencias de los Call Centers derivadas del mejor servicio y la integración de los Sistemas de Ono y Vodafone". Según la compañía, "el ajuste de empleo es una medida necesaria para poder competir con éxito en un entorno muy exigente", explica.