Seage asume la vicepresidencia primera y Sánchez sale del consejoAbengoa lanzó ayer otra píldora informativa al mercado para tratar de calmar a los inversores, que la semana pasada hicieron caer un 20 por ciento el valor de la empresa en bolsa. La compañía anunció que ha vendido dos centrales termosolares -Solaben 1 y 2, en Logrosán (Cáceres), con 50 megavatios cada una- a su filial cotizada en el Nasdaq, Abengoa Yield, por 277 millones de euros. El parqué, pese a ello, volvió a castigar la acción con un descenso del 2,2 por ciento, hasta 2,19 euros. En paralelo, la firma informó también ayer de que Santiago Seage, consejero delegado desde el pasado 19 de mayo, asume también las funciones de vicepresidente primero. Este cargo estaba ocupado hasta ahora por Manuel Sánchez, antecesor de Seage, que se quedará ligado a la empresa como vicepresidente del consejo asesor internacional tras haber fichado por el fondo Blackrock. Junto a ello, vuelve a formar parte del consejo María Teresa Benjumea, hermana del presidente, Felipe Benjumea, que este año dejó de ser consejera unos meses. Las plantas vendidas, que funcionan desde 2013, fueron las últimas para las que Abengoa logró financiación, ya que la reforma eléctrica del Gobierno que redujo los pagos a esta tecnología renovable se cruzó en medio de esas negociaciones. Actualmente, con la financiación ya resuelta, tienen una calificación crediticia de BBB según la agencia S&P. Estas dos centrales forman parte de las siete plantas que Abengoa anunció que ponía en venta a finales del pasado año, planes de venta que no había anunciado hasta entonces pese a que Abengoa Yield cotizaba desde junio. En ese momento, Yield y Abengoa firmaron un acuerdo de venta preferente de activos por el que la subsidiaria tendría derecho de hacer una primera oferta por activos concesionales del grupo. En el listado de activos previstos para 2014, 2015-2016 y más allá, no aparecían estas siete plantas en España. Además de las dos de Extremadura, también están incluidas aquí otras dos plantas en Castilla-La Mancha (Helios 1 y 2); y tres que forman parte la plataforma solar de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). Por todas ellas -y por once megavatios fotovoltaicos ubicados en distintos puntos de España-, la empresa estimó que ingresaría un mínimo de 510 millones. Sólo con la venta de las dos primeras ha alcanzado la mitad de esa cifra, cálculo que en cualquier caso se hizo a la baja pues representaba el 60 por ciento del valor en libros de esos activos. En sentido inverso, la empresa ejecutó hace ahora un mes la compra del 50 por ciento que poseía en otras dos centrales termosolares en Córdoba (Helioenergy 1 y 2) compartidas por E.ON (hoy, Viesgo tras la compra de los activos del grupo alemán en España por Mcquarie). Abengoa ejecutó la opción de tanteo y se quedó con estos activos.