La desaceleración de China (el mayor consumidor del mundo de metales) y la fortaleza del dólar han hecho mucho daño a las materias primas industriales en los últimos años. Tanto, que la mayoría de los metales cotizan en su nivel más bajo desde 2009 tras la quiebra de Lehman Brothers. El cobre, por ejemplo, se ha depreciado un 19 por ciento en menos de tres meses, y el plomo un 20 por ciento. El mal dato del PMI manufacturero de China publicado el viernes, con una caída hasta su nivel más bajo desde abril de 2014, en 48,2, contribuyó a cerrar una semana bajista para los metales. Los analistas dudan si esta caída es suficiente para equilibrar la oferta y la demanda o si será necesaria una corrección mayor. "Nos mantenemos neutrales con las materias primas", explica Norbert Ruecker, jefe de análisis de materias de Julius Baer. La encuesta de julio a gestores de Bank of America refleja que las materias primas se encuentran entre los activos en los que más cortos están los inversores profesionales. El cobre ejemplifica las dudas que tienen los expertos, que son alcistas o bajistas en función del sector en el que se fijen. Por ejemplo, Citigroup cree que se apreciará un 15 por ciento hasta final de año gracias al impulso de la industria de bienes de consumo y de infraestructura eléctrica. Por el contrario, Loomis Sayles recomienda vender, ya que cree que el descenso de la demanda del sector residencial pasará factura a los precios. Por su parte, desde Barclays son "alcistas con el cobre por la caída de los inventarios y la posición tan bajista del mercado". Las expectativas para el hierro no son más optimistas. "Esperamos que el mercado mantenga la sobreproducción, lo que mantendrá los precios deprimidos y los márgenes empresariales bajo presión", explica Carsten Menke, analista de Julius Baer.