Abengoa comunicó ayer a la CNMV que ya ha reducido su participación en la filial Yield, cotizada en el Nasdaq, por debajo del 50 por ciento (en concreto, al 49,05) tras vender dos millones de acciones por 56,3 millones de euros (62 millones de dólares). Con esta operación, el grupo formaliza la intención manifestada a final de 2014 de dejar de tener el control accionarial mayoritario, lo que le permite traspasar de su balance al de Yield los 4.000 millones de deuda asociada a los activos que Abengoa ha traspasado a esta filial desde que salió a bolsa hace ahora un año (un tercio de su endeudamiento bruto total). La intención de Abengoa es mantenerse como primer socio, con un 40 por ciento de Yield, y seguir trasladando concesiones de líneas eléctricas, desaladoras y plantas solares a la subsidiaria en el futuro. De esta manera, la deuda asociada a esos activos sale del balance del grupo andaluz. El alto endeudamiento es lo que ha penalizado a Abengoa en el último lustro, pero la creación de Yield y otras ventas de activos han cambiado la percepción. De hecho, S&P subió un escalón su rating la semana pasada (hasta BB+, con perspectiva estable).