Los bancos en Grecia siguen cerrados por segunda semana consecutiva. Por tanto, llegar a un acuerdo entre el Gobierno y los acreedores se convierte en clave para determinar cuándo se volverán a abrir y también cuándo y cuánto se relajarán las restricciones impuestas. De acuerdo con fuentes bancarias, si se consigue un acuerdo dentro de las próximas horas, existe una posibilidad de que los bancos vuelvan a abrir mañana martes 14 de julio. Aunque con muchísimas restricciones en cuanto a su capacidad operativa y a los servicios que puedan ofrecer a sus clientes. De hecho, Bruselas está presionando a Atenas duramente al incidir en que están en manos del Banco Central Europeo, como vía para forzar un próximo acuerdo en el que el Gobierno heleno acepte las reformas y ajustes solicitados por las instituciones a la mayor brevedad. En el caso contrario de una ruptura definitiva en las negociaciones, el día después para el sistema bancario griego y la economía del país en general se tiñe de negro. Las mismas fuentes sostienen que en el caso de un fracaso en la negociación, el sistema bancario se va a la quiebra y los bancos no podrán reabrir antes de su recapitalización y de la emisión de una nueva moneda. Los depósitos serían convertidos a la nueva moneda y rápidamente perderían más del 70 por ciento de su valor, por la devaluación de la nueva moneda y la inflación. La morosidad de los préstamos bancarios subirá a niveles sin precedentes y en general el sistema bancario caerá en un estado de muerte virtual. Desde que los bancos cerraron, se suspendió la actividad de la Bolsa de Atenas, que no opera desde el 26 de junio.