La transacción se ha hecho con el Fondo de Inversiones del Gobierno de Malasia, Khazanah Nasional BerhadBankia y FCC, que compartían la propiedad al 50 por ciento de Globalvía, han acordado la venta de la empresa por un total de 420 millones de euros. La operación supone la venta del 100 por cien de las acciones de Globalvía Infraestructuras, empresa que gestiona 31 proyectos de construcción en siete países, por un importe final de 420 millones de euros. El pago se fraccionará en una primera cuota de 166 millones de euros, que se abonará en el momento en que se formalice la transmisión de acciones y otro pago a realizar en el primer semestre de 2017, de una cantidad de 254 millones de euros, incluidos los intereses correspondientes a este aplazamiento. El cumplimiento de la transacción depende de varias condiciones suspensivas como la obtención de determinados consentimientos y la autorización de terceros, así como de los tenedores actuales del bono de 750 millones de euros. Esta venta, que es positiva en términos de liquidez para Bankia, tal y como han señalado desde el banco, es un paso más para el cumplimiento del Plan Estratégico 2012-2015 del Grupo BFA-Bankia, creado para establecer la desinversión de la cartera de participadas. Pese a todo, la renuncia por parte de los fondos USS, OPTrust y PGGM aún está pendiente para adquirir las acciones de Globalvía Infraestructuras. Esta operación provocó, en un primer momento, el interés de otras compañías como el fondo canadiense Baluarte. También el fondo chino Ginkgo presentó una oferta de compra. La venta de Globalvía puso en marcha por parte de FCC una nueva filial de concesiones. El grupo tendrá como primer ejecutivo a Antonio de Santiago, antiguo consejero delegado de la autopista canadiense 407 ETR, y analizará distintos acuerdos con su principal accionista, Carlos Slim, a través de Carso, uno de los conglomerados más importantes de Latinoamérica.