Europa avisa a Tsipras de que el voto del referéndum será sobre su permanencia en la moneda comúnLa ruptura de las negociaciones por parte del Gobierno griego y la convocatoria de un referéndum para este domingo pillaron con el pie cambiado a los países de la eurozona. Tras un fin de semana de vértigo y decisiones tan drásticas como la imposición de un corralito en Grecia, los líderes europeos reaccionaron ayer al unísono con un claro mensaje no sólo para el Gobierno griego, sino también para su población. El voto del domingo no será sólo sobre si aceptan las reformas y ajustes del programa para acceder a los fondos que desesperadamente necesitan, sino sobre la permanencia en el euro. El daño colateral del rechazo sería el fracaso político del euro, contra el que las capitales europeas se movilizaron. Bruselas, Berlín, Paris y Roma avisaron que los griegos se juegan su futuro en la eurozona. Un rechazo sería "un no a Europa", avisó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. De esta manera, el sanedrín de la UE arranca una corta campaña de apenas seis días para contrarrestar el voto del no que el Gobierno de Alexis Tsipras ya ha prometido que liderará. Para los acreedores, y sobre todo, para la canciller Angela Merkel, el órdago de Tsipras amenaza con echar al traste su legado tras cinco años de rescate, momentos de serias dudas e incluso enfrentamientos con su ministro de Finanzas, el halcón Wolfgang Schäuble. "Si el euro fracasa, Europa fracasa", volvió a repetir ayer Merkel. Pese a ello, la canciller evitó intervenir en la campaña, aunque sí avisó de las consecuencias. En el lado contrario, Juncker no dudó en pedir el voto por el sí, para evitar que las escaramuzas de Tsipras afeen su trayectoria política. Mantienen la puerta abierta A pesar del pesimismo acumulado de los últimos días, los Gobiernos de la zona euro se esforzaron por mantener la puerta abierta al Ejecutivo heleno, con la esperanza menguante de que puedan reconsiderar su posición. Pero las fuentes consultadas en Bruselas, Fráncfort y otras capitales no saben cómo responder incluso si los griegos dan una respuesta positiva. ¿Tercer programa de ayuda? Una vez expire el programa de rescate hoy, la única opción será negociar un tercer programa de ayuda. Y si las negociaciones hasta ahora fueron agitadas durante los meses de la extensión para cerrar el rescate actual, las discusiones para un nuevo programa serán aun más complejas. Funcionarios europeos explican que un tercer programa no implicaría arrancar desde cero, ya que una parte "sustancial" de las reformas y los ajustes de la última propuesta de las instituciones pasaría al nuevo acuerdo. Las mismas fuentes aclararon que se mantendrían los mismos objetivos fiscales. Así, Atenas se vería obligada a aplicar el esfuerzo al que se resistió, aunque con una posición de partida más complicada por el cierre de los bancos y los controles de capital, que seguramente continuarán durante el proceso de negociación. Impacto del referéndum Podrían pasar varias semanas antes de que concluyan las negociaciones de un nuevo rescate porque, según sugirió el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, la eventual victoria del sí provocaría movimientos en el Gobierno. De hecho, el sí podría desembocar en la caída de Tsipras y la convocatoria de elecciones anticipadas. Papel central del BCE Una vez Grecia, y con ella la eurozona, entren en el terreno inexplorado del final del programa, el botón nuclear estará en manos del BCE. Podría restringir el acceso de los bancos helenos a la liquidez de emergencia, cuando su Consejo de Gobierno se reúna mañana. Fuentes de la institución recuerdan que no hay un automatismo entre el final de la ayuda y el suministro de liquidez, aunque sí analizarán el impacto de un impago al FMI hoy en la solvencia de la economía helena y el colateral que demandan a los bancos helenos para acceder a los fondos del eurobanco. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, reconoció ayer que existe un "gran problema" en este limbo entre el final del programa y el referéndum. Por eso, pidió ser "creativos" para encontrar una solución en este momento crítico. No a una extensión de días Europa suele hallar vericuetos legales y soluciones técnicas si la voluntad política existe. El problema es, precisamente, que esa voluntad esta bajo mínimos tras semanas de abierta hostilidad entre ambos lados. "Me siento un poco traicionado" después de todos los esfuerzos realizados, dijo Juncker. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, dio el paso formal ya esperado, al rechazar por carta la petición de Grecia de una extensión del programa de algunos días hasta que se realice la consulta. Descartada una nueva cumbre Con este telón de fondo, Merkel descartó una de las opciones que se manejaban en las últimas horas: la convocatoria de una cumbre de la eurozona para lanzar un mensaje positivo a la población griega para permanecer en el euro, y al BCE para no cortar el oxígeno antes de que acudan a las urnas. Aunque algunos representantes de la Comisión Europea apuntaron ayer esta cumbre como una posibilidad, desde el círculo del Consejo Europeo, Donald Tusk, responsable de convocar las cumbres, se descartó. La última propuesta Sin más propuestas a la vista, la partida se jugará sobre el último paquete de los acreedores que aún está sobre la mesa. "Es un paquete exigente y completo, pero justo", insistió Juncker. E incluso aunque algunas reformas o recortes puedan chirriar a la población helena, Juncker tiró de su lenguaje directo al decir que "no te deberías suicidar porque te asuste la muerte". Algunas de las últimas concesiones fueron mantener el IVA para hoteles en el 13 por ciento y reiterar el compromiso de renegociar algunos términos de la deuda (intereses, vencimientos), aunque no una quita. "He hecho todo lo que he podido", reconoció un Juncker decepcionado que pretendía mantener abierta la puerta de la negociación.