El precio del título heleno cayó en picado un 21,25 por ciento hasta mínimos del añoEso que muestra hoy el mercado es sólo una muestra de lo que podría ocurrir en Grecia si finalmente se ve condenada a salir del euro. Son decisiones políticas, pero impactan con toda su crudeza en el mercado y en la economía. El mercado ya no se fía de la deuda griega y ayer exigió una rentabilidad del 38,4 por ciento por aceptar un bono del país con vencimiento a dos años. Un nivel que muestra cómo el mercado no se toma a broma la posible salida del país de la eurozona. El bono a 2 años refleja el temor por que el impago pueda ser inminente y también, que Grecia tendrá el mercado de deuda completamente cerrado si cae en impago: es imposible pagar un 40 por ciento anual por un préstamo a dos ejercicios. Desde la reestructuración de la deuda griega para el segundo rescate, en el año 2012, no se había vuelto a ver una rentabilidad tan alta en el título heleno a 2 años (si bien es cierto que durante casi tres años no hubo un bono de referencia en este tramo en el mercado secundario). La rentabilidad del bono griego a 2 años subió 1.137 puntos básicos en la sesión, lo que provocó unas pérdidas para los inversores que llegaron al 21,25 por ciento al cierre de la sesión. El resto de tramos de la curva griega también sufrieron, pero no tanto como el de más corto plazo. La rentabilidad del bono a 10 años subió un 423 puntos porcentuales, hasta el 15,08 por ciento. Este es su nivel más alto desde diciembre de 2012, año en el que la troika aceptó aprobar el segundo rescate a Grecia y también el año en el que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, salió en socorro de la moneda común con su frase más famosa: "Haré lo que sea necesario para salvar al euro y, créanme, será suficiente". Este avance de la rentabilidad del bono griego a 10 años provocó una caída de su precio del 24,54 por ciento. De esta forma, en una sola sesión se comió la subida del 13 por ciento que vivió la semana pasada ante la expectativa de que el acuerdo estaba más cerca. El mercado ha pasado de soñar con un pacto entre Atenas y las instituciones antes conocidas como troika, a tener pesadillas con la primera salida de un país miembro. Así lo reflejó la prima de riesgo, que escaló 436 puntos básicos en una sola sesión, tres veces más que todo el diferencial español. Al cierre se situó en los 1.428 puntos, su nivel más alto desde diciembre de 2012. La subida de la prima de riesgo helena fue continuada a lo largo de la sesión, y cerró la sesión en su nivel más alto del día. Una situación que refleja que los inversores no vieron una situación más favorable a lo largo de la sesión, como sí ocurrió en el resto de la periferia.