La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió ayer con sus socios de Gobierno y con los partidos de la oposición para abordar los últimos acontecimientos relacionados con Grecia. En una comparecencia ante la prensa posterior al gabinete de crisis, Merkel explicó que la ruptura de las negociaciones con Atenas se debió a la falta de voluntad del Gobierno griego. "Solidaridad y responsabilidad propia son dos caras de la misma moneda. Hay que buscar compromisos, nadie puede obtener el cien por cien", dijo la canciller, y añadió que "nuestra oferta generosa era nuestro aportación al compromiso, hay que constar que del lado griego no había esa disposición". El ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, aseguró que Alemania está dispuesta a retomar las negociaciones con Atenas si el domingo gana el "sí" en el referéndum. "Si vence el no, será una clara decisión en contra de la permanencia en la eurozona", subrayó, aunque Merkel aclaró que Berlín "no quiere influir" en los ciudadanos griegos, si bien su obligación, dijo, es hablar de las consecuencias que puede tener su decisión. Mañana, el Bundestag dedicará una parte del debate parlamentario a hablar sobre la crisis en Grecia. Desde Francia, el presidente, François Hollande, recordó que su país es partidario de que Grecia se mantenga en la eurozona. Según fuentes del entorno del presidente francés, Hollande habló con Barack Obama y ambos acordaron unir esfuerzos para favorecer una reanudación de las negociaciones. En declaraciones en el Elíseo al término de un Consejo de Ministros sobre Grecia, Hollande aseguró que "está disponible para que el diálogo se pueda reanudar".