La crisis griega tendrá efectos fuera de Atenas, según funcionariosEl Banco Mundial presentó ayer en Washington sus Perspectivas Económicas Mundiales, donde mejoró en cuatro décimas las previsiones de crecimiento para la zona del euro este año, cuando su PIB se expandirá un 1,5 por ciento. Desde Washington también mejoraron las proyecciones para 2016 en dos décimas, con un avance aproximado del 1,8 por ciento. Dicho esto, la institución rebajó sus estimaciones para Estados Unidos hasta el 2,7 por ciento este año y hasta el 2,8 por ciento el que viene. Con el esperado despegue de las tasas de interés de EEUU, los costes del endeudamiento aumentarán para las economías emergentes y en desarrollo en los próximos meses. Se prevé que este proceso sea relativamente fluido, puesto que la recuperación de la economía estadounidense continúa y las tasas de interés se mantienen bajas en otras economías importantes. No obstante, hay riesgos que podrían echar por tierra estas expectativas. Tal como el anuncio inicial de normalización de las políticas financieras en EE.UU. agitó los mercados financieros en 2013, el primer aumento de las tasas de interés que decrete la Reserva Federal de ese país desde la crisis financiera mundial podría desencadenar la inestabilidad de los mercados. En estas circunstancias, se proyecta que las economías en desarrollo crezcan en 4,4 por ciento este año, con un probable aumento a 5,2 en 2016 y 5,4 en 2017. En el documento también se hizo referencia a Grecia. "La tensión económica y financiera en Grecia presenta un riesgo para el panorama regional, aunque las exposiciones de otras partes de la zona del euro han disminuido desde 2010", afirman. Para la organización, la crisis en Grecia "está teniendo repercusiones de amplio alcance para la propia economía griega", pero ha tenido hasta ahora un impacto limitado sobre la zona del euro en su conjunto, algo que podría comenzar a cambiar.