Renuncian a pleitear por el contrato del Metro adjudicado a FCC a la espera de la licitación de la Línea 3 y del CanalIsolux Corsán y sus socios chinos, las constructoras China Harbour Engineering Company (CHEC) y China Railway Company First Group (CRCFG), con los que se quedó hace casi un mes a las puertas de ganar el contrato para construir la Línea 2 del Metro de Panamá, han decidido finalmente velar armas y no recurrir la adjudicación de este proyecto a la española FCC y la brasileña Odebrecht. En primera instancia, el consorcio hispano-chino presentó una reclamación contra la elección de estas empresas por la presencia de dos antiguos empleados en el comité evaluador de las ofertas, así como por presuntas irregularidades en la propuesta económica de FCC y Odebrecht, que ya se hicieron cargo de la primera línea de metro en el país. Sin embargo, el Gobierno panameño rechazó la impugnación, que Isolux, con una participación minoritaria en el consorcio, había desaconsejado a sus socios chinos, y formalizó la adjudicación del proyecto por 1.648 millones de euros. Tras desestimar la reclamación, CHEC, CRCFG y Corsán-Corviam podían aún recurrir ante el Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas de Panamá adjuntando las pruebas y una fianza por 222 millones de euros, equivalente al 15 por ciento de la propuesta económica que hizo. Según señalan fuentes próximas a las empresas, el consorcio ha desechado esta posibilidad para evitar paralizar 222 millones y, sobre todo, para tender puentes con la Administración panameña de cara a los millonarios proyectos que licitará próximamente por los que las tres compañías pretenden mantener su alianza y presentar oferta. Los más destacados son la Línea 3 del Metro, de 27 kilómetros, y el nuevo puente sobre el Canal de Panamá. El calendario que maneja el Gobierno es que la licitación del suburbano, que utilizará el citado puente, esté lista en 2016, para iniciar su construcción en 2017 y entrar en operación en 2022.