Será presidente por quinta vez, mientras Obama y Cameron piden su dimisiónEn medio del escándalo por corrupción, con supuestos pagos por sobornos que llegan por ahora a los 150 millones de euros, y con una crisis geopolítica de por medio, los miembros del mayor organismo rector del fútbol mundial reeligieron ayer por quinta vez al suizo Joseph Blatter como presidente de la FIFA. Blatter, de 79 años, seguirá en el mismo cargo que asumió 17 años atrás, allá por 1998. Y lo hizo después de que el único rival, el príncipe jordano Ali bin Al Hussein, apenas sumara 73 votos de los 206 posibles, a pesar de que había recibido el apoyo público del primer ministro de Reino Unido, David Cameron. Así, Blatter, sobre el que también ronda la sombra de la corrupción a raíz de la elección de Rusia y Qatar como sedes para la celebración de los dos próximos Mundiales de Fútbol, logró imponerse por mayoría absoluta, pese a contar con la oposición de EEUU (varios senadores norteamericanos mandaron una carta al congreso de la FIFA pidiendo que se considerara su reelección) y de Reino Unido, que pidió públicamente su cabeza. El país que preside Barak Obama critica que se le de a Vladimir Putin, presidente de Rusia, el "privilegio" de acoger el torneo, que se celebrará en 2018, ya que gran número de países está sometiendo a Rusia a sanciones por el conflicto en Ucrania. La posición de Reino Unido y EEUU ha sentado como un jarro de agua fría en Rusia, donde Putin no dudó en salir en defensa del ya reelegido Blatter. El presidente de Rusia acusó a Estados Unidos de exceder sus competencias para tratar de influir en la votación. Así, para Putin, la operación anticorrupción llevada a cabo en Suiza por petición de Estados Unidos es "otro intento obvio" por parte de Washington de "extender su jurisdicción" más allá de sus fronteras. En este sentido, aseguró que se trataba de unos arrestos "al menos muy extraños", toda vez que "Estados Unidos no tiene relación" con el caso, tal y como recoge la agencia de noticias Itar-Tass. Putin ha respaldado públicamente la permanencia de Blatter al frente de la FIFA y ha hecho hincapié en que las investigaciones abiertas contra ella en Estados Unidos "no tienen nada que ver" con la elección de Rusia como sede del Mundial e instó a "separar" el deporte de cualquier controversia política que pueda producirse. Según el presidente, Blatter ha sido víctima de "presiones" por la designación de Rusia como sede del Mundial de 2018, según informa Reuters. Con el apoyo de Asia y África Hay que recordar que las autoridades estadounidense acusaron de corrupción el pasado miércoles a varios de los principales dirigentes de la FIFA y ejecutivos corporativos, en su mayoría latinoamericanos, mientras que Suiza por su parte mantiene abierta otra investigación por separado el proceso por el que se eligió a Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022. Pero, pese a las acusaciones y al enojo de la UEFA, nunca pareció fácil que Blatter perdiera la elección, ya que se estima que mantuvo el respaldo en la votación de las confederaciones de Asia y África y de varias asociaciones de América Latina. Buena parte de los países en desarrollo en África, Asia y partes de América Central y el Caribe no parecieron dispuestos a votar por un cambio, debido a que la actual cúpula de la FIFA les provee de garantías monetarias anuales y pagos extraordinarios en los años en que se juegan los Mundiales.