Un miembro de su comité ejecutivo dice que en la fábrica hay un "serio problema de calidad"La filial española del grupo asegura que ha fallado el 'software' del motor, fabricado en AlemaniaLas prolongadas tensiones internas en Airbus entre la dirección española y la corporativa en torno a los problemas de desarrollo del avión militar A400M han aflorado ahora en torno al accidente de un modelo de esta aeronave a principios de mes en Sevilla. Marwan Lahoud, miembro del comité ejecutivo de Airbus y director de Márketing y Estrategia, desveló ayer al diario económico alemán Handelsblatt que del análisis de la información de las cajas negras del avión siniestrado se deduce que "no hubo fallo estructural", sino "un serio problema de calidad en el ensamblaje final" que se realiza en la planta de Airbus Defense&Space en Sevilla. En la factoría trabajan unos 1.600 empleados y en ella se ensambla no sólo ese modelo, sino también el C295 y CN235. Las acciones de Airbus se desplomaron ayer un 4,08 por ciento, hasta 62 euros. En concreto, en el ensamblaje final se instaló mal el programa de control de los motores, y eso fue lo que los averió y condujo al siniestro, resumió el alto directivo. El modelo que cayó minutos después de su despegue de la planta de Sevilla por un fallo múltiple en tres de sus cuatro motores que se detuvieron era el número 23 que se producía, y estaba destinado el ejército turco. Ayer, un portavoz de Airbus D&S en España (la cúpula de la filial está presidida por el alemán Bernhard Gerwert y tiene su sede en Munich) rechazó la explicaciones de Lahoud y transmitió dos mensajes claros: primero, que lo único claro hasta ahora es el fallo en el software que controla los motores, error para el cual ya se ha alertado a los cinco países que han recibido aviones con un protocolo para evitarlo. Reacción gubernamental Y, segundo, que como parte de la investigación oficial abierta por la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aviones militares (Citaam) se están analizando los procesos de fabricación del motor, de ensamblaje de la aeronave y el citado software sin que hasta ahora haya conclusiones claras. Por todo ello, y como conclusión, es muy prematuro según este portavoz apuntar a una causa de forma tan clara como ha hecho Lahoud. En medio de este cruce de versiones entre distintas áreas dentro de Airbus Group conviene recordar que el presidente, Tom Enders, reafirmó el mismo fin de semana del accidente que la compañía seguía comprometida con el desarrollo del avión. Por parte del Gobierno español, silencio. Esta misma semana el Ejecutivo ha visto cómo Airbus rechazaba a su candidata -Belén Romana, expresidenta de la Sareb- a ocupar el puesto en el consejo de Airbus que dejó libre el exministro y consejero delegado de OHL, Josep Piqué. Este último recomendó, tras encargar la empresa un proceso de selección a un cazatalentos internacional, a la expresidenta de IBM en España, Amparo Moraleda, que fue la finalmente elegida el miércoles pasado, pese al voto en contra de España, Francia y Alemania, que suman el 40 por ciento del capital. Por su parte, la Junta de Andalucía respaldó ayer el trabajo que se realiza en la planta de ensamblaje del A400M en Sevilla y destacó la confianza de Airbus en esta factoría. En este sentido, el gobierno regional avanzó que trabajan para cerrar un acuerdo de colaboración, en el marco del traslado desde Toulouse a Sevilla de un gran centro de decisión de este programa. Esta nueva infraestructura contará con 300 trabajadores entre personal técnico, de gestión y operativo. Responsabilidad alemana Fuentes sindicales de la factoría sevillana, por su lado, fueron más allá y se pronunciaron con mayor contundencia. Estas fuentes aseguraron que no quieren "jugar a quién tiene la culpa, si Alemania o España", porque "la investigación no está cerrada". Aunque han precisado que "si el software para el motor tenía un problema, venía de Alemania y los problemas de atrasos para el ensamblaje también han venido por parte Alemania". El software que controla el turbohélice Europrop -un motor nuevo, desarrollado específicamente para el A400M- lo produce un proveedor alemán. El doble circuito de transmisión de datos entre la cabina y los motores está en el origen del accidente, ya que cuando hay datos que no coinciden entre uno y otro circuito (hay dos por motivos de seguridad) los motores generan fallos. En cuanto a la referencia a Alemania en relación a problemas de ensamblaje, los sindicatos se refieren a la recepción en Sevilla del fuselaje central que se hace en Bremen (Alemania) sin estar terminado, lo que retrasa la cadena de producción. Antonio Martín, secretario de CCOO en Airbus, criticó la "pérdida de influencia" del Gobierno español en la empresa tras la elección de amparo Moraleda y dijo temer que este hecho perjudique al programa A400M en este momento.